Kato, un gato que llegó a ser denominado como el "menos querido de Gran Bretaña", fin ha encontrado un hogar en el que ser feliz. Lo hizo, además, durante las pasadas navidades, una época siempre especial en los hogares de casi todo el planeta. 

En solo dos años, Kato había sido devuelto tres veces a una protectora de animales, donde ya creían que nunca lograrían encontrarle una casa. Además, varios problemas como una úlcera en un ojo o su falta de dientes hacían que muchos visitantes no lo quisiesen.

Ahora, el felino ha encontrado al fin un hogar y su dueña, Federica Pasari, asegura que es "su alma gemela y el 'bebé' más bonito que existe". Recientemente, le ha aparecido una nueva afección en la piel, que le impide incluso maullar. Sin embargo, y pese a los costes médicos, Federica asegura que nunca lo dejará de lado.