Por 450.000 yenes, 3.160 euros al cambio, la empresa japonesa Factory-M ha sacado al mercado una silla nunca vista antes. Y es que en lugar de ser un mueble que invite a sentarse, esta está hecha de una pieza gigantesca de amatista en forma de L.

La compañía nipona se especializa en la venta de piedras naturales semipreciosas, y lo que no se esperaban sus dueños era conseguir la repercusión que obtuvo. Y es que desde la cuenta de Twitter de la empresa, publicaron unas fotos de la silla. Al poco tiempo de compartirlo, su bandeja se llenó de reacciones.

La gente no se creía lo que estaba viendo. Muchos incluso aseguraron que se trataba de una imagen editada, o una especia de instrumento de tortura. Por ello, Koichi Hasegawa, fundador y propietario de Factory-M, tuvo que realizar un comunicando asegurando que era completamente real y funcional.

Todo comenzó cuando el empresario nipón visitó EE UU en busca de nuevas piedras naturales para su negocio y encontró la famosa piedra. Al ver su forma no dudó en ningún momento en convertirla en una silla. Para ello limó todos los filos y, según Hasegawa es cómoda, aunque no todos le creen.

Para poder reforzar la silla, las patas están formadas por un armazón de metal reforzado, y puede aguantar fácilmente pesos elevados, "hasta un jugador de sumo", según su creador. Del mismo modo, no es precisamente la silla más ligera del mercado. Y es que la estructura al completo llega a los 99 kilos, siendo solo 88 los que pesa la propia piedra.