Con la llegada del invierno, las primeras nevadas de la temporada están llegando a diferentes puntos del planeta. Unas de los lugares en los que ya ha caído nieve es la pequeña localidad de High Wycombe, en Inglaterra. Allí, un hombre llamado Humphrey Grimmett se despertó horrorizado al encontrar el capó de su coche sin restos de nieve... pero lleno de arañazos.

La estupefacción de este padre fue aún mayor al comprobar, a través de una cámara de vigilancia, cuál era el motivo del estado de su vehículo. Como muestra el vídeo, el responsable fue su hijo Wilf, de solo siete años. 

Con la mejor de las intenciones, el pequeño quiso retirar la nieve que cubría el coche de su progenitor. Sin embargo, no acertó en el utensilio para llevar a cabo su misión, pues empleó una pala.

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El sonido que acompaña a las imágenes que puedes ver sobre estas líneas es totalmente esclarecedor sobre las consecuencias del acto de Wilf. El coste de reparar los rasguños que han quedado en la carrocería, calcula Humphrey, será de unos mil euros. "Es terrible", admite resignado.