La historia de Hannah Merton es de las que sorprende a quien la descubre. Cuando tenía 23 años, esta joven de Ohio (EE UU) y su marido, un año mayor, estaban muy preocupados porque creían que la chica podía ser estéril. Entonces Hannah comenzó un tratamiento para mejorar su ovulación. Con él, consiguió cumplir su sueño de ser madre.

Y lo hizo a lo grande, pues se quedó embarazada de quintillizos. De manera prematura, los pequeños Elliot, Philomena, Evangeline, Meredith y Gideon llegaron al mundo tras solo 25 semanas de gestación. Meredith, la de menor tamaño y peso, falleció tristemente a los tres años. Gideon, por su parte, tuvo que estar hospitalizado por un problema de salud.

Pero ahora, los cuatro hermanos están en su hogar y son felices junto a sus orgullosos padres. "Tengo siempre las manos llenas de tareas, es la verdad. Pero más lleno aún está mi corazón, no cambiaría nada", asegura Hannah, que a través de las redes sociales cuenta como es su inesperada maternidad.