En muchas ocasiones, los niños y adolescentes se ven obligados a recibir ayuda de profesores particulares o de los propios padres para sacar adelante aquella asignaturas que más dificultad les suponen. El esfuerzo empleado en la familia a veces se ve recompensado, pero otras no, y puede llegar a crear una gran frustración. 

A través de la red social Weibo, el medio chino Qilu Evening News difundió un vídeo en el que se puede observar una representación clara de ese sentimiento. En él aparece un padre llorando desconsolado al enterarse de que su hijo, al que había ayudado con todo su esfuerzo y empeño, no había obtenido las calificaciones previstas en el examen final de matemáticas.

 "Ya no me importa. Mis esfuerzos fueron en vano, ¡que se las arregle por sí mismo!", decía el hombre mientras derramaba un mar de lágrimas y su mujer grababa riéndose intensamente por la situación.

La misma madre confesó que su hijo comenzó a recibir educación al entrar en primaria, lo que no fue ningún impedimento para que tuviese buenas calificaciones durante todo su recorrido, pues alcanzaba de los 40 a los 90 puntos de 100 posibles.

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Tras la publicación del vídeo surgieron comentarios de todo tipo. Algunos alabaron la labor del padre por educar a su hijo con esfuerzo y desempeño, mientras que otros lo señalaron como el principal culpable de las malas calificaciones.