En el pueblo de Trawden, en Lancashire, Reino Unido, los vecinos veían cómo poco a poco iban perdiendo servicios por culpa de la despoblación, pues al haber cada vez menos gente, se iban cerrando negocios, oficinas y delegaciones estatales. 

Pero el espíritu comunitario es fuerte, así que los vecinos que aún viven en el pueblo se organizaron para comprar y gestionar la biblioteca, la oficina de correos, la tienda de comestibles e incluso el pub local. 

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Stephen Wilcock, presidente de la llamada Trawden Community Trust (Fideicomiso de la comunidad de Trawden), le dijo al medio Lancashire Live: "Creo que es el camino a seguir para pueblos como este. Estas cosas tienen mucho éxito y también son sostenibles, mientras que quizás las empresas privadas no lo sean".

En Trawden había antaño una fuerte industria de telas, que cerró en los años 70, provocando una cascada de cierres de negocios secundarios. Pero eso comenzó a cambiar en 2014, cuando el consejo estatal ofreció vender el Centro Comunitario a los vecinos por el precio simbólico de 1 libra esterlina. Ahora allí se dan clases de todo tipo y se usa para celebraciones religiosas o civiles. 

A partir de ahí, siguieron el ejemplo y en 2017 compraron la biblioteca y convirtieron el centro de salud en una tienda de comestibles y primera necesidad y sostenible, donde trabajan más de 100 voluntarios locales en turnos de dos horas, mientras que un cartero visita el local semanalmente para dejar paquetes. 

Otro de sus éxitos fue el pub, el Trawden Arms, un local con 126 años de historia que se puso a la venta en 2021. La comunidad recaudó 550.000 libras para comprarlo y  mantenerlo en funcionamiento. De las 1.919 personas que pueblan el pueblo, alrededor de 400 compraron acciones, por un mínimo de 500 libras esterlinas (unos 600 euros) y todas las ganancias se reinvirtieron en el pub para que funcione al menos durante los próximos tres años.