Un hombre australiano, Neville Sharp, rompió el récord Guinness al eructo más ruidosos. Con 112,4 decibelios, ha conseguido superar la anterior marca más alta, que se estableció hace más de diez años.

Sharp consiguió que el sonido que produjo al eructar fuera mayor incluso que el ruido de un taladro, aunque para ello tuvo que entrenar durante cinco años. Según explicó, lleva perfeccionando su "habilidad" desde que su hermana le enseñase a hacerlo cuando tenía seis años.

Sin embargo, empezó a practicar a conciencia cuando su mujer le propuso batir el récord que había establecido un hombre inglés hace doce años y que era de 109,9 decibelios. Para ello también contactó con un equipo de grabación para poder dejar constancia de su hazaña.

Tras ser reconocido por el Libro Australiano de los Récords (TABOR) y, posteriormente, por el Récord Guinness, el hombre bromeó con que su motivación para batir la marca fue, por un lado, ser plusmarquista pero, por otro lado que: "¡Lo tiene un inglés desde hace más de diez años!".

De esta manera, establece un nuevo máximo en los eructos masculinos, mientras que en los eructos femeninos el récord lo estableció la italiana Elisa Cagnoni en 2009 marcando 107 decibelios.