En marzo de 1980, las autoridades locales de Watford decidieron instalar en la calle Woodmere Avenue unos bolardos que limitan el ancho de los vehículos que pueden pasar a una zona residencial. Se trata de seis bloques de metal reforzado con cemento que dejan pasar sólo vehículos de menos de 2,1 metros. 

Y aunque la mayoría de los vehículos y turismos miden menos que eso (un monovolumen, por ejemplo, suele estar entre 1,7 y 1,8 metros) el espacio que resta y la colocación de los bolardos ha hecho que centenares de vehículos hayan sufrido accidentes desde la instalación. 

Los bolardos 'de la muerte' han provocado destrozos en ruedas, ejes, parachoques, puertas, retrovisores y demás elementos de coches cuyos conductores no son capaces de calcular el escaso espacio que hay para pasar. 

Tim Vigor vive justo enfrente del paso de los bolardos y hace años instaló una cámara en su casa para documentar los accidentes, según le contaba al Watford Observer. 

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"Entiendo totalmente por qué algunas personas lo encuentran divertido, pero eso es porque no está enfrente de su casa. No quería que se convirtiera en una broma, porque quiero que se elimine", dijo Vigor. 

"He tenido algunas discusiones porque la gente dice que los bolardos son un objeto inanimado, lo cual es cierto, pero todo el diseño es incorrecto", explica y lo demuestra el hecho de que incluso la policía se ha estrellado contra ellos. 

Las autoridades, lejos de modificar su colocación, reforzaron los bolardos en 2012, haciéndolos aún más destructivos, pues no se inmutan cuando un coche los roza o embiste, generando grandes averías y daños. 

En seis semanas, Tim Vigor ha registrado 12 accidentes y eso da una idea de la frecuencia de los golpes. Aún así, las autoridades no los quieren mover. 

"La restricción de ancho está claramente señalizada tanto en Woodmere Avenue como en las carreteras adyacentes. Siempre que su vehículo no tenga más de dos metros de ancho, puede acceder a la calle", se lee en un comunicado de prensa del Ayuntamiento. 

"Dos metros es más ancho que la entrada a un garaje normal. Varios miles de automóviles usan esta carretera a diario sin ningún problema, por lo que no tenemos planes de realizar cambios en las publicaciones en Woodmere Avenue a menos que los concejales locales soliciten, a través del Panel Conjunto de Miembros, que se realicen modificaciones", dice la nota. 

Los bolardos de Woodmere Avenue han protagonizado noticias, reportajes, vídeos e incluso un canal propio de YouTube desde 1980 y parece que va a seguir así.