Las empresas de fotografías que operan en centros escolares han comenzado a ofrecer junto con la habitual sesión anual un servicio para mejorar el aspecto físico de los niños pequeños, por el módico precio de 10 euros. Una tendencia que ha enfadado a muchos padres. 

Lifetouch, una de las compañías más importantes de Estados Unidos que realiza los retratos de la mayoría de alumnos infantiles del país, está en el centro de la polémica no solo por ofrecer este servicio sino por la gran transformación que dan después. 

Aunque los adolescentes pueden querer que les eliminen los granos en la fotografía de graduación, muchos padres aseguran que no quieren enseñar a sus hijos en una edad tan temprana que tienen defectos que necesitan ser arreglados. 

"Los niños no necesitan retoques. Nadie lo necesita, en realidad. Enseñémosles que amamos sus dientes, sus cicatrices y sus marcas...", pedía amablemente una joven en Twitter. El enfado ha llegado al ver el resultado de uno de estos retoques. 

Kristin Loerns, una de madre de Florida, ha enseñado la comparación entre la foto tomada en primavera y en otoño con indignación. Tras pedir el paquete de "retoque básico" se ha encontrado que han eliminado por completo las pecas de su hijo. "No cambiéis cosas que de verdad forman parte de su cara", le pidió a la compañía. 

Aunque sin duda el video más viral hasta el momento ha sido en TikTok. Una madre con un hijo con minusvalía auditiva se mostraba enfadada y triste al mismo tiempo al descubrir que habían decidido eliminar el aparato de escucha que su hijo lleva a diario. "Le está enviando el mensaje de que parte de lo que es, su pérdida de audición, es algo de lo que debe avergonzarse", se lamentó.