Un granjero chino está empeñado en terminar el que es su proyecto de vida: una surrealista mansión de 30 metros de altura que podría calificarse de surrealista por la mezcla de estilos y elementos con que está formada. 

Cúpulas rusas al estilo del Kremlin, campanarios como de iglesia occidental, tejados tradicionales chinos, balaustradas imitando a troncos al estilo balinés, arcos de medio punto y muros de sillería medieval, una tetera gigante, troncos de árboles en medio de las habitaciones, flores enormes... cualquier cosa tiene cabida en esta construcción de aspecto endeble. 

Pero lo cierto es que Xinxu Town, un pequeño asentamiento cerca de la ciudad de Beiliu, en Guangxi, se ha hecho famosa por esta casa, en la que el granjero Li Jiguang lleva ya invertidos más de 15 millones de yuanes, unos 2 millones de euros. 

En realidad, es un acuerdo al que el agricultor llegó con las autoridades locales, con el fin de construir un edificio capaz de atraer el turismo por su singularidad. La casa está completa solo al 60% por lo que la mayoría de sus interiores no están terminados. 

La construcción tiene salas de estilo francés y chino tradicional, pero también otras futuristas con colores y luces de neón, además de otras con decoración vegetal u orgánica. 

Su objetivo se está cumpliendo y ya es un centro de peregrinaje para muchos curiosos de la zona y más allá, hasta el punto de que el granjero ha tenido que poner advertencias y señales de prohibición para que la gente no se cuele en el interior.