Un robot humanoide para pruebas dentales y de sorprendente origen causa auténtico terror

Un video de un robot humanoide utilizado para pruebas dentales se hizo hace unos días viral en las redes sociales. La causa estar en un más que probable mal funcionamiento de su mecanizada anatomía, algo que provocó auténtico terror entre los internautas.

Muerde al aire, agita su cuello, sus ojos revolotean en sus cuencas y los párpados se mueven fuera de sí... Gestos que, nada más publicarse el vídeo con las imágenes en la silla del dentista, han dado prácticamente la vuelta al mundo.

Sin embargo, un usuario ha querido ir más allá para conocer la procedencia del robot.

Tras preguntar a Daniel Holland, el autor del tuit viral, y este contestarle que no lo sabía y que se lo encontró en Reddit, se puso a investigar y descubrió que podría tratarse de un producto de un fabricante de muñecas sexuales.

Investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Showa, en Tokio, Japón, describieron una primera versiónde un robot para pruebas dentales. Llamaron a su robot Showa Hanako

Así, relata en vice.com, encontró un artículo de investigación de 2011 en el que investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Showa, en Tokio, Japón, describieron una primera versiónde un robot para pruebas dentales. Llamaron a su robot Showa Hanako.

En un vídeo de 2011, Koutaro Maki, profesor de la Universidad de Showa, explica que, para obtener la piel de silicona perfecta, hicieron el robot en colaboración con el fabricante de muñecas sexuales Orient Industry, una empresa que ha sido citada como "el fabricante de Japón líder en muñecas sexuales de alta calidad".

De esta forma, la conclusión es que Hanako era una muñeca sexual que se hace un tratamiento de ortodoncia. Estaba hecho de PVC en lugar de silicona.

Koutaro Maki, profesor de la Universidad de Showa, explica que, para obtener la piel de silicona perfecta, hicieron el robot en colaboración con el fabricante de muñecas sexuales Orient Industry

Según ese documento, los investigadores trabajaron en formas para mejorar la formación de la escuela de odontología más allá de estudiar con un maniquí fijo. Para ellos era importante hacer un robot que tuviese una lengua realista y pudiera vomitar, parpadear y responder a los estímulos, y qué mejor para cumplir los requisitos que un fabricante de muñecas sexuales.

Por eso, se pusieron en contacto con la compañía de muñecas sexuales, pero los inventores encontraron que el Hanako original tenía un aspecto demasiado aterrador. "Estábamos buscando una reacción más realista del robot, que, ahora, creemos que hemos logrado", dijo el profesor Yuuji Sato a Dentistry Online. Algo que, visto lo visto, cuesta creer que eso sea cierto.