Unos abuelos aprovechan la cuarentena alejados de sus nietas para construir una preciosa casa de madera para ellas

Ricardo y Mercedes, los abuelos que aprovecharon los 3 meses de confinamiento para sorprender a sus nietas.
Ricardo y Mercedes, abuelos que aprovecharon la cuarentena para sorprender a sus nietas.
ISRAEL REMUIÑÁN / TWITTER
Ricardo y Mercedes, los abuelos que aprovecharon los 3 meses de confinamiento para sorprender a sus nietas.
Los casi tres meses de confinamiento han dado para mucho. Algunas personas han adelantado tareas pendientes, otros se han puesto a estudiar y otros, como Ricardo y Mercedes, han aprovechado su soledad y aislamiento para dedicarse a lo que más querían: sus nietas Judith y Míriam.

Los casi tres meses de confinamiento han dado para mucho. Algunas personas han adelantado tareas pendientes, otros se han puesto a estudiar y otros, como Ricardo y Mercedes, han aprovechado su aislamiento para dedicarse a lo que más querían: sus nietos.

Estos dos abuelos de A Coruña han tenido una cuarentena muy estricta, sin salir de casa ni ver a nadie ya que él sufre del corazón y ella es asmática. Solo veían a uno de sus hijos que acudía a llevarles comida. Pero de repente, un día, además de la compra comenzaron a pedirle tablones de madera.

Uno de sus nietos, Israel Remuiñán, periodista de COPE, contó en su Twitter esta tierna historia que ya se ha vuelto viral: "Como Ricardo llevaba muy mal eso de estar parado en casa, convenció a su mujer para empezar un proyecto juntos".

"El objetivo de su idea era hacer felices a sus nietas más pequeñas, Judith y Míriam", contó el joven y explicó que ellas viven lejos, pero nunca habían estado tanto tiempo separados.

"Empezaron a juntar tablas de madera, compraron pintura de colores, escogieron sus peluches favoritos y recopilaron todas las fotos de las niñas. ¡Querían hacerles una casa de madera!", tuiteó. Y vaya si lo consiguieron, hicieron una casa que, conforme están los alquileres, muchos querrían tener.

El pasado domingo llegó el momento que Ricardo y Mercedes estaban tanto tiempo esperando: volvieron a ver su familia. Y, por supuesto, les mostraron la casa. Solo hay que ver las caras de las niñas para saber que les encantó, y también la del abuelo, que se emocionó al ver la alegría de sus nietas.

"Pasaron horas y horas trabajando a contrarreloj para rematar la casa. Solo querían que, cuando acabase todo esto y sus nietas fueran a verles, se llevasen una gran sorpresa", escribió Israel Remuiñán. Tiene jardín, vallas, luz eléctrica e incluso literas para sus muñecos.

De este modo, Ricardo y Mercedes pudieron estar entretenidos durante el confinamiento y aprovecharlo para hacer felices a sus nietas y demostrar todo lo que han echado de menos a su familia.

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