La ley del mar a veces es menos romántica de lo que puede parecer en las novelas de aventuras, pero mucho más provechosa. Y eso es lo que ocurrió con Rhoda Munro, una pastora de ovejas de Reino Unido, que se encontró un caro bote... y se lo quedó por derecho.
Rhoda vive en la isla de Ulva, al norte del Reino Unido y en uno de sus viajes a otra isla a buscar algunas de sus ovejas descubrió un bote encallado y cubierto de algas, según publicaron los medios locales.
La pastora puso en conocimiento de la Guardia Costera el hallazgo y tras hacer las comprobaciones de la matrícula se descubrió que ese barco se perdió en abril de 2019, mientras era transportado desde un astillero de Dinamarca a Groenlandia.
El barco, de casi ocho metros de eslora, un Poca GR 770, está valorado en 56.000 euros y tan sólo tiene una pequeña rotura en un costado.
Las aseguradoras ya habían pagado al que iba a ser su dueño por el barco perdido, así que informaron a la pastora de que podía quedárselo. Además, al hacerse pública la noticia la compañía constructora del barco se ofreció a regalar a Rhoda las luces de navegación que le faltaba a la embarcación, que la mujer dedicará al transporte de sus ovejas.
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