Nunca nadie ha tenido tanto tanto miedo a Elsa, de Frozen, como esta familia de Texas, Estados Unidos. Esta muñeca de la reina de hielo de Disney llegó a las manos de la pequeña Aurélia en las Navidades de 2013, y recientemente se ha convertido en todo un quebradero de cabeza para la familia.

Esta Elsa de juguete puede hablar dos idiomas, español latino e inglés, no ha necesitado que le cambien las pilas en seis años y, de vez en cuando, habla cuando está apagada. Pero además, como si de las películas de Chucky o Annabelle, todas las veces que se han intentado deshacer de ella, la muñeca ha vuelto a casa de una forma u otra.

"Mat (el padre) la tiró hace semanas y luego la encontramos junto a un banco de madera", explicó la madre, Emily Madonia, en Facebook. "Nos quedamos extrañados, así que la envolvimos fuerte dentro de la bolsa de basura y pusimos esa bolsa dentro de otra bolsa llena de más basura. Y luego la metimos al fondo de nuestro cubo, debajo de otro montón de bolsas de basura".

"La llevamos al contenedor de la calle y fue recogida por el camión. Genial, ¿verdad? Salimos de la ciudad y nos olvidamos del tema. Pero hoy, Aurélia (su hija) me dijo: 'Mamá, he vuelto a ver a la muñeca de Elsa en el patio trasero'", continuó la mujer, que pedía ayuda para deshacerse de ella.

La madre decidió mandarla más lejos para deshacerse de ella, y la envió a casa de su amigo Chris Hogan, que vive a más de 2.400 kilómetros. "Ambas veces, la muñeca reapareció a las dos semanas (o debería decir que la encontramos a las dos semanas, por lo que es difícil saber cuánto tiempo estuvo allí), así que tengo curiosidad por saber cómo seguirá la historia a partir de ahora", explicó la madre, adjuntando una foto del nuevo dueño que tiene pegada la muñeca con cinta adhesiva al capó de su coche.

Tras viralizarse sus posts en Facebook, le han llegado muchos comentarios de personas que no se creen la historia y opinan que han sido ellos quienes la han movido, pero Emily asegura que no.

Además, la mujer ha asegurado que ha recibido una gran cantidad de "mensajes de personas que quieren comprar la muñeca y de investigadores paranormales", entre otros.

"Puede que tenga que abrir mi mente a alguna solución más sobrenatural", declaró Emily Madonia a Click2Houston. Pero, de momento, habrá que esperar para ver si Elsa se marca un Toy Story y viaja de vuelta a casa.