Durante el verano hay pocas cosas más placenteras que poder pasar el día junto al mar, con una buena compañía y disfrutando de un delicioso pícnic. Sin embargo, los pícnics en la playa requieren de tener en cuenta algunas consideraciones en consejos, para que así se pueda organizar la comida perfecta a la orilla del mar.
¿Qué necesitas para hacer un pícnic en la playa?
Cuando hablamos de preparar un pícnic en la playa es habitual que lo primero que nos venga a la cabeza sea la comida, aunque hay que tener en cuenta que hay otros elementos que son imprescindibles para poder organizar la comida perfecta cerca del mar.
En primer lugar, hay que pensar en el lugar en el que lo vamos a realizar, así como las condiciones con las que vamos a tener que lidiar, tanto en lo que se refiere a temperatura como en lo que se refiere a otras condiciones que nos podemos encontrar a la orilla del mar.
Para poder comer a gusto es necesario llevar una serie de elementos básicos, empezando por una toalla de playa que os permita sentaros de forma cómoda sobre la arena, continuando con un cortaviento de camping para poder proteger la comida y a las personas de la arena en los días de más viento, y una sombrilla de playa que proteja del sol.
Además, es necesaria una nevera portátil para mantener los alimentos y las bebidas frías y lejos de la exposición solar, pudiendo complementarlo con una bolsa isotérmica para mantener a temperatura otros alimentos. Para transportar la comida, así como para guardar las sobras, opta por el uso de táperes; y para el café u otras bebidas similares, lleva contigo un termo.
También será necesario llevar: mantel o manta grande, una navaja suiza, un sacacorchos (si es necesario), servilletas, bolsas de basura, y platos y cubiertos, estos últimos prescindibles si tu comida se va a basar en unos bocadillos o elaboraciones similares en las que no tendrás que hacer uso de ellos.
La comida perfecta para disfrutar a la orilla del mar
Para disfrutar de una comida perfecta en la playa es recomendable apostar por comidas frías y ligeras, que sean fáciles de preparar y de comer, dejando para otro momento aquellas que impliquen tener cierta concentración o que manchen las manos. Aunque la comida dependerá de cada persona y de sus gustos, existen muchas posibilidades entre las que elegir, como son: tortilla de patatas, ensaladas, pasta, arroz, bocadillos, sándwiches, empanadillas, croquetas, carne empanada, etcétera.
Además de estos platos principales, no te olvides de llevar algo de comida para picotear en otros momentos del día, pudiendo para ello recurrir a diferentes snacks que sean prácticos de llevar, como pueden ser frutos secos, fruta fresca, galletas, queso, embutido, pan… Como postre final, siempre podrás disfrutar de una pieza de fruta o acudir al habitual chiringuito o puesto de la gran mayoría de las playas para comerte un helado. En este caso, trata de apostar siempre por las opciones más saludables.
En cualquier caso, ten siempre presente que es preferible que prepares toda (o casi toda) la comida en casa, incluso aunque se trate de fruta, que podrás llevarla pelada y cortada a trozos en un recipiente hermético. De esta forma, a la hora de disfrutar del pícnic solo tendrás que preocuparte por comer, con la comodidad que ello supone.
Por último, recordar la importancia de llevar bebida fresca y abundante en la nevera, siendo siempre recomendable apostar por agua, pero si lo prefieres también puedes incluir zumos o refrescos que os ayuden a manteneros hidratados y lidiar con las altas temperaturas.
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