¿Cuáles son los alimentos de origen mineral? Los usas a diario (y probablemente no lo sabes)

Nevera en la cocina, llena de alimentos.
Imagen de una nevera llena de alimentos.
Getty Images
Nevera en la cocina, llena de alimentos.

Independientemente de la receta que vayamos a preparar, hay ciertos alimentos que, de una forma u otra, siempre están presentes. Las especias o el pan son, sin ir más lejos, dos complementos habituales de muchos de nuestros platos, pero no podemos catalogarlos como imprescindibles. A los que sí se les puede conceder este título es a aquellos ingredientes indispensables para que una comida quede perfecta: el agua y la sal. 

Efectivamente, el agua y la sal son dos alimentos insustituibles en nuestra dieta y muy importantes para nuestro organismo, además de contar con la particularidad de ser los únicos que tienen origen mineral. Si bien es cierto, el cuerpo está formado por una gran cantidad de minerales varios, como el calcio, el hierro, el fósforo o el magnesio, y son muchos los productos que los contienen, los alimentos de origen mineral, en el sentido más estricto de la palabra, son únicamente el agua y la sal. 

¿Por qué se les considera de origen mineral?

Los alimentos de origen mineral deben su nombre al lugar del que proceden. En el caso de la sal, aunque hoy en día, los avances tecnológicos han permitido extraerla de distintas fuentes, proviene generalmente de la minería y el agua del mar. El agua, por su parte, tiene su origen en fuentes subterráneas, manantiales, ríos y lagos. 

¿Qué nos aportan los alimentos de origen mineral?

  • El agua. El 70% del cuerpo humano está compuesto de agua, por lo que poco hay que decir de lo importante que es para el mismo. El agua limpia el organismo y transporta elementos que nuestras células requieren para funcionar, manteniéndonos hidratados, evitando dolores, regulando la circulación y aportándonos la energía necesaria.
  • La sal. Además de potenciar el sabor de los alimentos, favorece una correcta digestión, favorece la eliminación de líquidos en el cuerpo, lo que provoca que estimule el apetito y es vital para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, relajando los músculos y regulando los impulsos nerviosos. Igualmente, nos aporta nutrientes como el sodio, aunque en exceso puede dar lugar a enfermedades.

Usos culinarios del agua y la sal

La sal se añade antes que la pasta
La sal y el agua son dos imprescindibles de numerosos platos.
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El agua y la sal son la base de la mayoría de recetas, por lo que su uso es habitual e ilimitado. Sin ir más lejos, basta con añadir un tercer ingrediente como la harina para crear desde una masa frita que puedas utilizar en platos dulces o salados a unos típicos churros, sin olvidarnos del clásico pan. No en vano, el agua y la sal también son esenciales a la hora de cocer huevos, pasta, arroz, así como para elaborar caldos. 

El resto de minerales esenciales 

El cuerpo humano está formado por un 4% de minerales. Estos se dividen en dos grandes grupos, los macrominerales y los minerales traza. Algunos de los más importantes son el calcio, el fósforo, el magnesio, el hierro, el yodo, el cinc, el selenio, el sodio o el potasio y, además de en el agua y la sal, se pueden encontrar en todo tipo de alimentos: carnes, pescados, mariscos, cereales, frutas, verduras y hongos. 

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