La receta tradicional de buñuelos de calabaza, un delicioso dulce típico valenciano

Plato de buñuelos
Plato de buñuelos
iStock
Plato de buñuelos

Cada región tiene su dulce tradicional. Si vamos a la zona norte podemos encontrar una deliciosa quesada pasiega, mientras que en Andalucía los pestiños son los protagonistas. En Madrid son muy típicos los buñuelos de viento, y en otros lugares podemos probar delicias como las filloas gallegas, las flores de carnaval extremeñas, los miguelitos manchegos o los rubiols mallorquines, entre otras muchas recetas de postres tradicionales.

Hoy viajamos directamente a Valencia en época de Fallas, con un delicioso postre que es típico elaborar y comer en varias festividades y fechas. Se trata de los buñuelos de calabaza o "bunyols de carabassa", todo un clásico que suele pedirse en los diversos puestos que abarrotan la ciudad durante los días de fiesta. Estos puestos callejeros son el lugar perfecto para degustar un buen cartón de buñuelos de calabaza con un vaso de chocolate caliente.

Estos buñuelos quedan muy esponjosos y con una deliciosa mezcla de sabores. Y, aunque comprarlos por las calles valencianas es una delicia, la receta es muy sencilla y, si sigues el paso a paso, te quedarán perfectos. Aunque, como ocurre con todos los platos con historia, cada casa tendrá su receta, sus ingredientes y sus trucos particulares, esta es la forma más sencilla de conseguir unos buñuelos de calabaza para disfrutar de las Fallas, estés o no en tierras valencianas.

Buñuelos de calabaza

Ingredientes

500 gramos de pulpa de calabaza

250 gramos de harina de fuerza

25 gramos de levadura fresca

Aceite para freír

Azúcar para servir

Elaboración

El primer paso será asar la calabaza, partida por la mitad y sobre un papel de plata o de repostería. 

Asamos la calabaza con el horno a 180 °C durante poco más de una hora, aunque debemos estar atentos para que no se llegue a quemar. Una vez tenemos la calabaza asada, retiramos del horno y vaciamos la pulpa y la dejamos enfriar.

Con la calabaza asada y ya en frío, la añadimos a un bol y la machacamos hasta hacerla puré.

Una vez hecho el puré, añadiremos la levadura, previamente desmenuzada con un poquito de harina, hasta formar una pasta homogénea y que no se vea restos de la levadura. A continuación, añadiremos la harina a la pasta homogénea de calabaza y harina, y seguimos mezclando sin parar. 

Si consideramos que la calabaza no es lo suficientemente dulce, añadimos un poco de azúcar. 

Una vez formada la masa en el bol, con color y textura homogénea, dejaremos reposar una media hora para que fermente y crezca de tamaño gracias a la levadura.

Calentamos el aceite en una sartén a fuego no muy fuerte para no quemarlo. Cuando lleve un par de minutos y esté humeante, nos enharinamos las manos o nos mojamos ligeramente con agua (tibia) estas para poder formar los buñuelos y que no se nos peguen en las manos. 

Cogemos cantidad suficiente con una mano como si fuera una pequeña pelota o la cantidad de una cucharada sopera, y con la misma mano haremos con el dedo pulgar un pequeño agujero.

Con una paleta o escurridera les damos la vuelta sin dejar que se doren demasiado o se quemen por cada cara.

Cuando estén listos, los retiramos en un plato con servilleta de papel para que absorba el aceite. Servimos con azúcar al gusto.

Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las mejores novedades para disfrutar al máximo del placer de comer.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento