Valdano y Mourinho, la historia de un desencuentro anunciado

Mourinho y Valdano, en la presentación de portugués.
Mourinho y Valdano, en la presentación de portugués.
EFE
Mourinho y Valdano, en la presentación de portugués.

Mourinho tumbó a Valdano. El ya ex director general y adjunto a la presidencia del Real Madrid salió por la puerta de atrás con la decisión de Florentino Pérez y la junta directiva, este miércoles, de suprimir su cargo del organigrama del club. Dos años, en su segunda aventura como ejecutivo, y borrado de un 'plumazo'.

El peso y carácter fuerte de 'Mou', sumado al título de Copa del Rey conseguido esta temporada, decidieron el futuro del argentino en favor de una total "autonomía" para el portugués. Sentencia del presidente ante tanto conflicto.

Nunca se soportaron, aunque durante el primer medio año lo disimularon. Las desavenencias venían de lejos, desde la época en la que el argentino ejercía de columnista y osó a criticar la filosofía de juego del portugués. Se supone, tal y como reconocieron en la rueda de prensa de presentación del 'galáctico' de Florentino el pasado verano, que todo quedó en anécdota y se solucionó tiempo atrás. De ahí en adelante, se suponía que trabajarían mano a mano y en cordialidad, pero la situación sería otra.

Fue siempre el portugués el que ejerció una posición activa, belicosa y el que demostró claramente el divorcio. Desde el comienzo de temporada dejó patente su malestar por la falta de apoyos desde la directiva, señalando directamente al propio Valdano, e intensificó sus quejas cuando el club consideró públicamente que el Real Madrid no necesitaba un delantero centro.

A eso, habría que añadirle su intención de ejercer de seleccionador portugués en el mes de septiembre, después de que el entonces seleccionador Queiroz fuera sancionado y destituido del cargo. La pelea con la directiva y la negativa posterior escoció al portugués, que empezaría a llenar el ' trastero' con un buen puñado de reproches.

Se avivaron las declaraciones, con "recados a través de la prensa" de ambos. Mourinho volvió a mover ficha y pidió audiencia con el presidente. Ocurrió allá por el mes de diciembre. El 19 concretamente. El portugués decidió romper el 'mazo' en la rueda de prensa del partido ante el Sevilla (victoria por 1-0), tras aparecer con una lista de trece errores arbitrales de Clos Gómez y mencionar a las altas esferas del club (sin nombres) como principales ideólogos: "Obviamente tengo que pedir una reunión urgente con el presidente, que es mi superior, el número uno, con el que puedo hablar directamente porque nos llevamos muy bien, tenemos una relación cercana y hablamos todas las semanas".

Dicho encontronazo venía precedido de la sanción por parte de la UEFA sobre el portugués por inducir a varios de sus futbolistas en Liga de Campeones a forzar cartulinas amarillas (adulterar la competición). Tampoco recibió todo el apoyo. Entonces, Florentino ya no pudo recular y tuvo que escuchar. Llegó la cumbre y las peticiones, después de empezar a apreciarse rumores sobre una posible salida a final de temporada.

Valdano casi desapareció

Sea lo que fuere que se hablara en esa reunión, lo cierto es que el argentino, acostumbrado a mediar entre la primera plantilla y el presidente, dejó de viajar con el equipo e incluso entrar al vestuario, algo muy común en la temporada anterior con Manuel Pellegrini. Fue un paso atrás que el técnico luso agradeció posteriormente, pero no se frenó del todo.

Pasaron las semanas, llegó la operación de Higuaín y la escasa confianza en Benzema. Valdano, entre tanta petición en el mercado de invierno, señaló al delantero centro que pedían: "Había un 9 en el banquillo", a propósito de una suplencia del francés allá por el mes de enero ante el Almería (final de la primera vuelta).

De ahí en adelante, ficharían Adebayor, a petición de Mourinho, y el portugués crecería en confianza ante la desaparición de Valdano. Su imagen quedó relegada al papel de portavoz del club, para comentar la actualidad relacionada con el club y para analizar las diferentes acciones de Mourinho hasta el final de temporada. "Mi relación con Mourinho es normal, no hay que darle más vueltas", aseguró el exfutbolista en esos días.

El protagonismo del entrenador siguió creciendo y Valdano, lejos de criticar o magnificar más las desavenencias, mantuvo su posición y su cautela, siempre a favor de los intereses del club.

Florentino, por su parte, cambió de tercio y dejó de defender a Jorge Valdano ("Mourinho es el mejor del mundo y se identifica con los valores del club"), y apoyó la petición de "autonomía". En el fondo, 'The Special One' es el último cartucho del presidente tras una temporada pasada en blanco.

Y se 'hizo el silencio' y reinó la cordialidad aparentemente en el tramo final, pese al ruido mediático generado por Mourinho cada vez que pisaba una sala de prensa. Voz única, un solo canal, algo que hacía pensar que en mayo tocaría elegir entre uno y otro, y que un título sería decisivo para Valdano. Nunca hubo reunión, ni solución. Estaba decidido.

El resto de la historia es sencilla: semifinales de Champions, Copa del Rey 18 años después y 102 goles en Liga (con récord histórico de tantos y 'Bota de Oro' para Cristiano). El Santiago Bernabéu dictó sentencia en el último encuentro liguero coreando el nombre de su preferido. 'Mou' manda, todos le siguen.

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