El Barça salvó el match-ball del Real Madrid en la final de la Liga ACB y logró forzar un cuarto partido tras derrotar al conjunto blanco en el Palau Blaugrana por 78-77. El equipo de Svetislav Pesic, como en el anterior duelo en Madrid, plantó cara hasta el final, pero esta vez sí supo jugar mejor los minutos decisivos para mantenerse vivo en la serie (2-1).

El primer cuarto fue intenso, con intercambio de golpes y una férrea presión sobre el rival por parte de los dos equipos. Los hombres de Pesic, con un gran Víctor Claver en defensa y liderados en ataque por Tomic, lograron una tímida ventaja al final del primer cuarto (19-18). Esa ligera renta local se extendió hasta los 6 puntos al inicio del segundo periodo, pero pronto el Real Madrid reaccionó y y le dio la vuelta al marcador.

Campazzo y Llull se echaron el equipo a la espalda y lanzaron la remontada blanca. Thompkins no tardó en calentar su muñeca y, con acierto desde la línea de 6,75, se encargó de castigar el aro azulgrana. El americano alcanzó el descanso con 13 puntos, máximo anotador del choque, y su equipo amarró una ventaja de 6 puntos antes de meterse en los vestuarios del Palau (34-40).

Después del descanso, el Barça recuperó el pulso y neutralizó pronto su desventaja, aupado por el empuje del público. Heurtel, auténtico líder de los azulgranas, fue clave en esa reacción del Barça. Ni siquiera una absurda falta antideportiva sobre Rudy oscureció la actuación del francés, que siguió incrementando su casillero de puntos hasta que el Barça volvió a ponerse por delante en el marcador.

Pero el Real Madrid no había dicho todavía la última palabra. Randolph logró frenar el arreón del Barça y apoyándose en triples de Llull y Carroll neutralizó la ventaja local para cerrar el tercer cuarto dos puntos por encima en el marcador (56-58). Todo en el aire para los decisivos últimos diez minutos de juego.

Salió explosivo el quinteto de Pablo Laso en el último cuarto y amplió muy rápido su renta hasta los 6 puntos. El Barça, no obstante, mantuvo el tipo y, con triple de Smits y mate de Oriola, siguió pegado al Madrid en el electrónico. Los blancos, eso sí, siempre un pasito por delante y echando mano de los triples de un inspirado Thompkins cuando era necesario.

Con Campazzo siempre acertado, el cuadro de Laso llegó a manejar un 71-77 a menos de dos minutos para el final, pero el Barça sacó su carácter y con un triple deKuric y una buena canasta de Heurtel obligó al técnico blanco a pedir tiempo muerto: 76-77 a falta de un minuto. Y esos últimos 60 segundos supo administrarlos mejor para sellar su victoria. El Madrid tuvo una última posesión de 10 segundos para ganar el partido y un palmeo final de Thompkins, pero lo desperdició. Mañana, cuarto asalto.

Con su triunfo por 78-77, el Barça tendrá mañana una nueva oportunidad para seguir con vida, pero nuevamente estará obligado a ganar en el cuarto partido de la serie, a las 21.00 horas en el Palau Blaugrana. En caso de que el Real Madrid no consiga alzarse mañana con el título, el quinto y definitivo partido se disputaría el domingo en el WiZink Center de Madrid.