Decía, con lágrimas en los ojos, que era una dedicatoria para su legión de críticos durante cinco años. Pero el gesto llegó en una jornada muy tensa entre equipos, al menos una buena parte de ellos, y los organizadores del Giro. Tan tensa que incluso la Unión Ciclista Internacional intentó mediar. O fue llamada para ello, sin resultado aparente. La unión del ciclismo es esa. La decimoséptima etapa del Giro de Italia concluyó, tras 208 kilómetros en Vittorio Veneto con triunfo del italiano Stefano Pirazzi, que se escapó en el último kilómetro de la numerosa fuga que protagonizó la jornada y que, al saberse ganador, celebró su éxito con un triple corte de mangas. Aquí queda el gesto. Y ahí, sus posibles lecturas.

Pirazzi, tercera victoria del modesto Bardiani en esta edición y primer triunfo profesional de su palmarés, cerró una tensa jornada en la que se reavivaron los rescoldos de la etapa de montaña del martes en la que el colombiano Nairo Quintana se vistió de rosa. La organización del Giro, que negó haber anunciado la neutralización del descenso del Stelvio pese a la publicación de un tuit en su cuenta de Twitter, tuvo que gestionar como pudo desde la última  hora del martes la filtración del mensaje de Radio Vuelta que generó confusión o de fotos  que evidenciaban una labor "neutralizada" de las motos y sus banderas rojas.

Algunos directores y mánagers querían boicotear la etapa a toda costa. "Los resultados deberían ser anulados", comentaba Oleg Tinkov, el patrón del Tinkoff-Saxo. Y mucho más duro era el belga Patrick Lefevre, capo del Omega Pharma que perdió el liderato del colombiano Rigoberto Urán. Lefevre tildó de "cobarde" a la organización y pidió la dimisión del director, Mauro Vegni. "Cambiaron de opinión porque les interesaba que Quintana, Hesjedal y Rolland andaran en una escapada, era algo bueno para su Giro", lamentó.  "Si eres un piloto de Fórmula 1 y pasas el coche de seguridad estás automáticamente fuera de la carrera. Una bandera roja es una bandera roja. Esto significa que no empiezas a correr antes de que baje la bandera",  recuerda. Y de paso le manda un recado al director de Quintana, el navarro Eusebio Unzué: "Todos conocemos al señor Eusebio Unzué desde hace mucho. Él nunca dice que sí, nunca dice que no y él no es el hombre más honesto".

En todo caso ganó Pirazzi. Le siguieron en meta con el mismo tiempo de 4h38:11 el belga Tim Weellens (Lotto) y el australiano Jay McCarthy (Tinkoff-Saxo). El grupo perseguidor que completaba la fuga del día con 20 corredores cruzó a 27 segundos. Otra historia fue la del pelotón principal con los favoritos, quienes decidieron darse una especie de vacaciones en víspera de las tres etapas de montaña consecutiva. Terminaron a 15:35 minutos, con Nairo Quintana estrenando su rosa. Y este jueves vuelven las dificultades orográficas de nivel: 171 km entre Belluno y el refugio Panarotta.