Sin Cristiano: correr sin balón, moverse con él

Julen Lopetegui, entrenador del Real Madrid.
Julen Lopetegui, entrenador del Real Madrid.
EFE
Julen Lopetegui, entrenador del Real Madrid.

El Real Madrid venció al Getafe en su estreno liguero, y lo hizo con bastante suficiencia. Atrás quedaron las malas sensaciones del tramo final de la Supercopa de Europa frente al Atlético de Madrid, más por el resultado que por el juego, ya que el conjunto blanco estuvo a buen nivel durante cerca de una hora de encuentro en el derbi. Lopetegui apostó para jugar ante el cuadro azulón por los jugadores que venían más rodados, dejando en el banquillo a Casemiro o a Varane.

El Real Madrid jugó con un medio campo compuesto por Kroos, Ceballos e Isco, y las sensaciones fueron muy buenas. El alemán encontró mucho espacio para organizar al equipo, y la constante movilidad de la pareja de interiores le dio espacio para poder meter balones entre las líneas del Getafe. El cuadro azulón apenas pudo desplegarse al ataque, y sin duda, sin Cristiano Ronaldo, ese es un ajuste que debe hacer Julen Lopetegui: debe recibir menos tantos.

La presión se ha convertido en algo fundamental, y parece que sus jugadores lo han creído a pies juntillas. Es cierto que el equipo deberá estar muy fino sin balón para que la presión en bloque surta efecto, pero más allá de eso, la sensación es que los futbolistas han creído el discurso del técnico vasco, como quedó claro en el 2-0 de Gareth Bale, fruto de una agresiva presión adelantada de Marco Asensio.

Con pelota, la fórmula es una movilidad extrema, y ahí es quizás donde quedan las principales dudas a resolver. Bale, Asensio y Benzema venían muchas veces a recibir a medio campo, y no llegaban a rellenar el áera en todas las ocasiones. Es cierto que Bale se soltó -incluso cabeceó al larguero-, pero es un ajuste que Lopetegui aún debe llevar a cabo. En cualquier caso, sensaciones más que positivas.

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