Los locales lo tuvieron complicado en la primera mitad hasta que llegó el 1-0, ya que a partir de ahí los rivales mostraron que no andan bien y que por ello están situados en puestos de descenso y también eliminados de la Copa del Rey.

Como había anunciado el técnico Chuci Cos, los jugadores del conjunto vitoriano salieron con las líneas muy juntas para impedir crear espacios que fueran aprovechados por los rápidos y habilidosos Jesús Navas y el argentino Javier Saviola.

El equipo sevillista lo tuvo complicado con ese planteamiento y le costó mucho hacerse dueño del centro del campo y de encontrar las vías con las que inquietar al meta argentino Franco Costanzo, por lo que fue el Alavés el que controló la situación.

Las bandas del conjunto que entrena Juande Ramos estuvieron prácticamente inéditas y los intentos por el centro siempre acabaron con el balón en los futbolistas del equipo alavesista, quienes montaron una muralla infranqueable.

Además, con el despiste y falta de intensidad de los locales, el Alavés encontró espacios para montar contragolpes, aunque Rodolfo Bodipo y el australiano John Aloisi, pese a su lucha, tampoco lo tuvieron fácil ante la pareja de centrales del Sevilla.

Una oportunidad aprovechada

Cuando se acercaba el partido a su primera media hora y las cosas pintaban mal para la formación andaluza, el Sevilla creó la primera opción de gol y no la desaprovechó, tras un buen pase del italiano Enzo Maresca, un buen movimiento del brasileño Luis Fabiano y la definición de su compatriota Adriano.

El 1-0 no mejoró el juego hispalense, muy impreciso y falto de ideas, pero tampoco aumentó la capacidad creativa del Alavés, con la circunstancia de que tenía la obligación de busca la portería local.

En la segunda parte, el equipo visitante, en su afán de buscar el empate, le dejó sitio al rival para que imprimiera la velocidad que le faltó en la primera y, a las primeras de cambio, llegaron claras ocasiones para que se pusiera el 2-0, aunque, en la tónica habitual de la temporada, costó mucho que el balón traspasara la meta.

El Alavés, con un brasileño Wesley Lopes impreciso en la misión de montar los ataques y en general todo el equipo con pocos recursos con el balón, inquietó escasamente, pero el Sevilla, debido al corto resultado, tampoco las tuvo todas consigo e incluso el meta Andrés Palop evitó el empate tras un remate del propio Wesley.

La incertidumbre acabó cuando el portero Costanzo le hizo penalti y Saviola y la falta la transformó el gol Maresca, lo que ya fue definitivo para la sentencia del choque, pese a que el brasileño Nené tuvo una gran oportunidad de acortar distancias en un lanzamiento de falta que acabó con el balón en la cruceta.