Desde el nombramiento de Luis Enrique como seleccionador español, se especulaba mucho acerca de su relación con Sergio Ramos: el posible choque de personalidades entre dos personas con carácter y hasta si el técnico le incluiría en sus planes. Este viernes, en vísperas del estreno de España en la Nations League, ante Inglaterra, el capitán se encargó de restar dramatismo a la relación.

"No nos conocíamos personalmente y la primera toma de contacto ha sido inmejorable, bastante buena", dijo el defensa; "al margen de lo que pueda especular la gente porque somos personas con mucho carácter, la experiencia me dice que me llevo muy bien con las personas con carácter. Nos une el objetivo de liderar la selección y llevarla nuevamente a lo más alto".

Sólo unos minutos antes, sentado en la misma silla, Luis Enrique se había deshecho también en elogios al jugador: "Es un líder y una persona que arrastra, no se puede tener mejor actitud. Espero que esté con nosotros mucho tiempo. Le esperaba a un nivel muy alto y lo ha superado".

Un reportero preguntó directamente a Ramos por el rumor de que Luis Rubiales había contratado a Luis Enrique, precisamente, por tener la personalidad suficiente para "limpiarse" al capitán: "En ningún momento [tuve esa sensación]. Puede que parte de la prensa nos haya tratado de enfrentar porque somos dos personas muy claras y con carácter, pero nos une la Selección y tenemos un mismo objetivo. Pese a llevar muchos años aquí, me siento muy joven y tengo muchas ganas de ganar. Además tengo un reto personal: decir que he sido titular con todos mis entrenadores. Sólo tengo halagos como entrenador para él".

Ramos explicó también que ha sido una semana intensa, como exigía un cambio de técnico justo antes de dos partidos tan importantes: "Es normal que estos días nos haya pedido un poco más de atención. Él quiere implantar una nueva filosofía y ha hecho mucho hincapié en el trabajo con todas las líneas. Ha sido una semana con charlas, de almacenar información de un entrenador nuevo, y eso nunca está de más".

Sobre las nuevas normas implantadas por Luis Enrique, Ramos se manifestó también a favor de obra: "Están para cumplirlas y es el técnico quien las pone. Quizá la gente espera otra respuesta mía, contra el míster y las normas, pero el orden y la disciplina que nos acerquen al objetivo lo veo bien".

También en la línea del seleccionador, el capitán subrayó la necesidad de recuperar el terreno perdido: "Hemos bajado posiciones en los rankings y uno de los objetivos es recuperar el sitio en que estábamos y recuperar la filosofía que nos ha llevado a ganar. El seleccionador y nosotros tenemos que poner todo de nuestra parte por recuperar el entusiasmo. Pese a ser otra quinta de jugadores, seguimos teniendo calidad y ambición".

Un periodista inglés le preguntó si teme un recibimiento hostil por parte de algunos aficionados ingleses, después de la lesión de Mohamed Salah en la pasada final de la Champions League, contra el Liverpool: "Mis acciones en un campo nunca han sido para hacer daño a ningún compañero de profesión. Tengo la conciencia tranquila y duermo muy bien todos los días y no me importa el recibimiento. Inglaterra y la Premier siempre han recibido a los grandes jugadores como se merecen y no estoy preocupado".