El portugués Rubén Semedo se ha convertido oficialmente en la tarde de este jueves jugador de la Sociedad Deportiva Huesca, donde militará por un año cedido por el Villarreal.

Un fichaje que deja una imagen un tanto inusual en el mundo del fútbol. Y es que el pasado viernes 13 de julio, el central luso abandonó la cárcel de Picasssent después de 142 días en ella, donde estuvo en prisión preventiva acusado de presuntos delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y robo con violencia.

La dirección deportiva del equipo amarillo no contaba con el jugador, al que decidió suspender de empleo y sueldo durante su estancia en prisión aunque su idea, como así ha sido, era la de buscarle equipo para una cesión. Algo que se antojaba complicado teniendo en cuenta las condiciones que había impuesto el juzgado para su puesta en libertad. Al final, el jugador pagó los 30.000 euros de fianza y ahora jugará en el Huesca la próxima campaña.

Más allá de este historial extradeportivo, Semedo llegó al Villarreal el pasado verano procedente del Sporting de Portugal tras abonar el 'submarino' 15 millones de euros por sus servicios.