Las Guerreras, la selección femenina de balonmano, se enfrenta este viernes a Montenegro (18.00 horas, Teledeporte) en una de las semifinales del Europeo que se celebran en el incomparable Pabellón Papp Lászlo Sportarena de Budapest, con capacidad para 12.500 espectadores. "Es una pasada", proclama sin titubear al otro lado del teléfono la navarra Nerea Pena. Montenegro apeó a España de la final olímpica en Londres y doblegó a las de Jorge Dueñas en la 'main round' del anterior Europeo (ganado por las balcánicas), por lo que el duelo presenta alicientes extra.

La lateral pamplonica es la segunda máxima goleadora dentro del equipo español tras la almeriense Carmen Martín (25 goles en 41 disparos, la decimoséptima de todo el campeonato de momento y con un porcentaje de acierto del 61%) y, además, es una de las jugadoras presentes en Las Guerreras. La Leyenda continúa, un libro de la navarra Olga Laguarta y editador por Eneida que se acerca a la figura de 22 internacionales y a algunos de los mejores momentos de la absoluta en los últimos años. La génesis de las Guerreras. Allí confiesa su testarudez y su don como "agencia de viajes clandestina" a la hora de planificar escapadas o vacaciones.

Llegados a estas alturas del torneo y ante este reto, ¿cómo es 'el día antes' para Nerea Pena?

Pues cansadísimo, ahora mismo charlo con vosotros tumbada en la cama. No hay momento para los nervios porque hemos viajado hoy a Budapest, hemos tenido una sesión de entrenamiento luego, los compromisos con los medios... Estamos con muchas ganas y hemos podido entrar un poco en ambiente...

En todo caso, por lo que hay en juego, una cita trascendental ante un rival que defiende el título continental y con el que hay una creciente rivalidad...

Sí, pero no hay que obsesionarse ni nada de eso. Yo me lo tomo al revés. Hay que disfrutar del partido, del ambiente, de la experiencia... Hemos conseguido algo muy importante, pero no tiene por qué ser la meta. Ni muchos menos.

Para usted, de alguna forma, es como jugar en casa por eso de competir en la liga húngara...

(Risas) Todo el mundo me dice lo mismo, pero nunca he jugado en este pabellón. Si he venido a ver partidos como espectadora...

... pero sí  tendrá sus condicionales entre el público, al menos...

¡Espero! El público húngaro es muy agradecido, saben apreciar el trabajo, el esfuerzo, la competición, todas esas cosas. También valoran los vínculos y en ese sentido, pues sí. De todas formas confío más en que nos apoyen por la antipatía hacia Montenegro.

¿Antipatía?

Todo el mundo les tiene un poco de manía en el sentido de que es un equipo muy rocoso y duro; y en muchas ocasiones puede considerarse que roza lo antideportivo.

¿Y cómo parar a Katarina Bulatovic (posiblemente la mejor jugadora montenegrina)?

Es una gran jugadora dentro de un gran equipo y goles va a meter, seguro, pero como también los meteremos las demás. ¿Qué habrá que estar más atentos con ella? Sí, pero sin obsesionarnos. Montenegro no es solo Bulatovic. Lo que tenemos que hacer es desplegar nuestro sistema defensivo, nuestro bloque, una defensa fuerte.

Se podría considerar que las dos derrotas de la 'main round' ante Noruega y Rumanía han tenido un aporte positivo en el sentido de aviso, de toque, de llamada de atención...

Hay que tener en cuenta que en este tipo de torneos no descomponerse en ningún momento es muy difícil, por no decir imposible.Todos los equipos tienen su bajón. Siempre hay un momento flaco. El partido frente a Noruega fue bueno, pero sí es cierto que la segunda parte ante Rumanía fue una catástrofe absoluta. Al final se aprende, se interioriza, y sí pudo tener algo de llamada de atención. Nos previno antes de jugar contra Dinamarca.

¿Por qué la conocen en el equipo como Pajaritos Nerea?

(Risas) Me dicen que soy muy fantasiosa. Me gusta darle muchas vueltas a las cosas. Pensar y repensar en supuestos que son completamente imposibles que puedan suceder, no dejar de plantearme en situaciones irreales. Pero es la forma de ser de una, ese darle vueltas.

¿Y qué vueltas se le dan a unas semifinales?

¡Ninguna! Eso no es un supuesto, eso es un objetivo. Yo lo tengo muy claro, el objetivo es la medalla de oro. Yo no firmo nada que no sea el título. Es por lo que hemos venido a luchar aquí.

Cuentan que es muy aficionada a las series...

¡Sí, totalmente seriéfila! Me encantan... Pero la verdad es que en este Europeo apenas he visto nada y lo poco que vi fue en los primeros días... Aquí estamos todo el día charlando con la gente del equipo, poniéndonos al día, gastando bromas...

¿Qué serie tiene ahora entre manos?

¿Cuál? ¡Estoy con unas diez series a la vez! (Risas) Ahora ando con Scandal, De la A a la Z, American Horror Story, Homeland,...

¿Qué tal su experiencia por Hungría? ¿Qué hay de sus sueños de dar la vuelta al mundo?

La verdad es que estoy muy contenta. Pero tengo claro que algún día, cuando se pueda claro, me pongo con ello.

Bio. Nerea Pena nació en Pamplona en 1989 y el pasado 13 de diciembre festejó su vigésimo quinto cumpleaños. Actualmente afronta su tercera temporada en el balonmano húngaro, donde compite en el Ferencváros. Debutó en la División de Honor con el Itxako a los 17 años y con la selección, con la que debutó en octubre de 2008, dio el salto directamente desde categoría júnior. Una grave lesión sufrida en un partido contra el Larvik noruego la impidió acudir a los Juegos de Londres donde España se colgó el bronce.