Sebastian Vettel, campeón mundial de Fórmula 1 por cuarta vez consecutiva (un título que concretó en la India), estuvo este miércoles en la sede de la escudería Red Bull, en Milton Keynes, donde acabó repasando algunos puntos de su campaña y de su equipo en compañía de Chris Horner y de Adrian Newey.

"Es obvio que los éxitos me hacen sentir orgullo, pero cualquier nueva carrera o cualquier nueva temporada es un reto lo suficientemente atractivo. No me hace falta más motivación", explica. "Mi principal objetivo es la siguiente carrera. No me preocupa pensar en el futuro y tampoco miro mucho hacia atrás".

"Mi carrera más destacada de este año tiene que ser el Gran Premio de Alemania.  Había estado intentando lucirme varios años allí y finalmente pude conseguirlo", indicó Vettel. "Aunque tuvimos muchos momentos especiales durante el año. Creo que el momento más grande de mi vida aún está por venir, de lo contrario sería muy triste que a la edad de 26 años pueda decir que no tengo nada que esperar", aportó en otro momento.

"Si uno mira hacia atrás en la historia de la F1, se verá que en la mayoría de las veces los mejores pilotos han ganado carreras y campeonatos en los mejores equipos", aportó después.

El piloto alemán calificó de injusta la percepción de que domina con facilidad las carreras. "A algunos le gusta llamarlo 'dominio'. A mí no, porque hace que parezca que sea fácil ganar. Si miramos hacia atrás en todas las carreras, tuvimos que desplegar mucho trabajo. También hemos tenido grandes resultados en alguna circunstancia que quizá no debimos de tenerlos".

El piloto germano no dejó pasar la ocasión de elogiar a Mark Webber, quien de cara a 2014 dejará de ser su compañero en Red Bull tras cinco años de  "vecindad": "Hemos tenido una relación más cercana de lo que la gente recuerda, aunque siendo honesto no ha sido la mejor. Nos conocemos muy bien. Conocemos nuestros puntos fuertes. Y existe un gran respeto mutuo".