Francia será el último rival de España en la segunda fase del Eurobasket de Lituania, un rival peligroso e invicto con el que habrá que dilucidar el liderato del grupo de cara a los enfrentamientos de cuartos de final que se disputarán en Kaunas.

Capacidad atlética, tiro y calidad son las principales virtudes de una selección que, como se preveía, está haciendo un gran campeonato y confirmando todas las expectativas. Sigue invicta después de haber disputado siete partidos en la competición.

De entre todas sus figuras sobresale Tony Parker, el base de San Antonio Spurs en la NBA, el verdadero artífice de que el juego de Francia se haya transformado. Además de dirigir al equipo, es uno de los principales anotadores y el encargado de canalizar las muchas energías de sus compañeros.

Parker es el líder del equipo y su autoridad no es discutida por ninguno de sus compañeros. Es el único que puede frenar, como esta haciendo, la tendencia natural de los jugadores franceses de dar rienda suelta a sus instintos, por su superioridad física, y jugarse balones casi imposibles en los primeros segundos de posesión.

Con el base NBA al mando, el juego es explosivo o pausado dependiendo de las necesidades de cada momento, lo que ha elevado de forma exponencial la capacidad ofensiva de Francia, un equipo muy armado y con grandes tiradores de larga distancia.

Nicolas Batum, Alí Traore, Boris Diaw y Joakim Noah son otros jugadores importantes en los esquemas galos, al igual que los 'valencianos' Florent Pietrus y Nando de Colo.

Su capacidad defensiva, sólo depende del grado de concentración que alcancen, pues su poder reboteador, por su poderío físico, está fuera de toda discusión.

Francia era, antes de empezar el Europeo, uno de los aspirantes al podio y a la victoria final, ahora, siete partidos después e invicta, ha confirmado sus aspiraciones.