La madrugada del lunes en la NBA solo tuvo un protagonista español en liza, que lo fue, y mucho, en el partido de su equipo. Este no fue otro que Ricky Rubio, quién firmó su mejor actuación en lo que va de temporada. El del Masnou consiguió el cuarto triple-doble de su carrera en la NBA con 18 puntos 12 rebotes y 11 asistencias aunque tuvo un sabor agridulce al no servir su estelar actuación para conseguir la victoria ante los Clippers de Chris Paul en un encuentro que acabó 110-105.

Poco se podía imaginar el joven base español que tras unos cuatro meses de baja por una lesión de tobillo, solo necesitaría unas pocas semanas para firmar su mejor partido de la temporada y llegando a los 40 minutos sobre la pista. El mago catalán terminó de espantar los fantasmas que se volvieron a levantar aquel mes de novimebre cuando Ricky Rubio caía de nuevo lesionado sin saberse bien la fecha de su regreso.

El del Masnou recordó contra los Clippers al Ricky de sus mejores tiempos, cuando maravillaba al planeta NBA. Rápido, intuitivo y con un don para entender el juego a la perfección Rubio se echó el equipo a la espalda ante las bajas de los mejores jugadores de los Timberwolves, Pekovic y Kevin Martin.

No solo lo hizo bien en lo personal sino que ayudó a que en su equipo, tan mermado que solo pudo jugar con 8 hombres en la rotación, siete de los ocho jugadores que participaron firmaran 10 puntos o más, una lástima que la falta de efectivos se hiciese notar en el último cuarto dando la victoria al equipo rival.

El resultado final muestra el partidazo que se vivió sobre la cancha del Target Center de Minneapolís en el que los aficionados de los Timberwolves pudieron disfrutar de un festival de anotación en el que su equipo, último en la conferencia Oeste, plantó cara al quinto.

Disfrutaron hasta que, en el último cuarto, los ocho gladiadores de Minnesota no pudieron seguir aguantando el ritmo de los atléticos angelinos y sucumbieron ante el partidazo de Chris Paul que terminó el encuentro con 26 puntos y 14 asistencias. Además, el poderío de DeAndre Jordan en la pintura fue clave para frenar las aspiraciones de los locales.

Ricky fue el mejor de su equipo, pero otros como Andrew Wiggins, con 18 puntos, o  Gorgui Dieng, con un doble-doble de puntos rebotes, acompañaron bastante bien al base español. A pesar de la derrota, los aficionados de Minnesota pueden estar esperanzados porque para la temporada que viene pueden ser un equipo a tener muy en cuenta.