El Kun Agüero ha dado el escopetazo de salida a una más que probable guerra con el Atlético de Madrid. De momento, las cosas están así: el club acata que se quiera ir, y lo acepta siempre y cuando llegue un club que pague los 45 millones que contempla su cláusula.

Pero no es tan fácil como parece. Es notorio el deseo del argentino por recalar en el Real Madrid (de ahí su frase hacia el Atlético en su comunicado: "Quiero que el club negocie mi marcha sin condiciones"). Y, efectivamente, la condición a la que se refería el Kun era la del equipo blanco.

El Atlético ha manifestado por activa y por pasiva que "nunca se irá" al eterno rival de los colchoneros. De seguir el club en sus trece, la operación se encarecería demasiado, hasta llegar a los 75 millones debido a una cláusula de impuestos.

Por ello, Agüero está molesto con el club del Manzanares: "El Atlético debe respetar mi decisión; si no lo entiende, es su problema", ha dicho el argentino.

Algo que puede encender la mecha de una llama que puede acabar ardiendo en el seno del Atlético: un jugador que quiere irse de su club pero este no le va a dar ninguna facilidad de salida. Un caso en el fútbol que no es nuevo, ya que pronto vienen a la mente otros ejemplos de futbolistas declarados en rebeldía contra su propio club.

- Makelele: fue un trastorno para el Real Madrid allá por el año 2003. El jugador quería una salida del club blanco porque se sentía mal pagado por el Madrid y tenía sobre la mesa una oferta del Chelsea, equipo en el que acabó finalmente. Por eso, llegó a ausentar de varios entrenamientos alegando cansancio psíquico.

- Cristiano Ronaldo: ansioso por fichar por el Real Madrid, el jugador se pasó varios meses amenazando a Ferguson para que le dejara irse al equipo blanco, donde finalmente recaló en 2009. Un año antes, el luso dejó de hacer viajes con el United e incluso se llegó a temer por que no volviera de sus vacaciones en un intento desesperado de irse al Madrid.

- Luis Fabiano: el brasileño y Del Nido, presidente del Sevilla, se enzarzaron en una guerra en 2010, ya que el club no le daba la salida que buscaba el jugador. "Si quiere irse, que traiga ofertas", llegó a decir públicamente Del Nido. Un año después, el jugador anunciaba su fichaje por el Sao Paulo.

- Dani Alves: algo parecido pasó con Dani Alves dos años antes, en 2008. El jugador quería cambiar de aires pero Del Nido no le facilitó las cosas. Y el punto de fricción se alargaría hasta dos años. Desde que allá por 2006 el jugador indicara que tenía "ofertas" de clubes europeos, la batalla por su continuidad en el Sevilla se alargó hasta 2008, cuando finalmente fichó por el Barça tras dos años de dimes y diretes (el Madrid también estuvo detrás de él) y de manifestaciones públicas por parte del jugador contra su club.

- Mendieta: protagonizó el culebrón del verano de 2001. El jugador pidió al Valencia que escuchara ofertas por él, y su preferencia era seguir en la Liga (en el Real Madrid). Florentino quería ficharlo, algo a lo que Jaime Ortí, presidente del club che en aquella época, se negaba rotundamente pidiendo una cifra desorbitada (60 millones). Finalmente, el club acabó ganando y Mendieta se fue al Lazio italiano por una cifra inferior —48 millones—.

- Ronaldo: el brasileño ganó el Mundial de Japón y Corea con Brasil, y ya en ese verano la relación con el Inter estaba rota, a la espera de que llegara el Madrid para ficharlo. "Si el Madrid me quiere, que me llame", llegó a decir el delantero en un claro signo de llamamiento desesperado al club blanco. La situación con Cúper se hizo insostenible y hasta la afición interista se puso en contra del brasileño.

- Robinho: jugador rebelde por naturaleza, protagonizó dos batallas sonadas contra sus propios clubes. La primera, en el Santos. El jugador quería irse al Madrid y finalmente lo consiguió. Después, en el equipo blanco, de nuevo 'movida': "Quiero jugar en el Chelsea", declaró públicamente el jugador. El Real Madrid no estaba por la labor y tenía el pensamiento más en traer a CR que en otra cosa. Robinho no se fue al Chelsea, como él quería, sino al City.

- Dani Güiza: en 2010, el delantero manifestó al Fenerbahçe su deseo de abandonar el club, y lo hizo públicamente, a pesar de que, de no cumplirse sus deseos -como así fue finalmente-, las relaciones podrían verse dañadas. "Mi deseo es ir al Hércules y así se lo he hecho saber al Fenerbahçe", dijo el ariete.

- Van Nistelrooy: el exjugador del Madrid recuperó su ilusión por volver al equipo blanco una vez que lo abandonó y recaló en el Hamburgo. El delantero hizo público su deseo de volver al equipo de Chamartín, pero su equipo le vetó y finalmente no tuvo otra opción que quedarse. A pesar de haber forzado a su club, el Hamburgo no le sancióno. "Es verdad que está decepcionado porque no se fue al Real Madrid, pero sigue siendo un profesional", dijo su técnico. Aún así, el holandés dijo que no renovaría con el club. Actualmente, se habla de un interés del Málaga por él.