El trono del baloncesto europeo busca dueño. Este viernes arranca en Belgrado la Final Four de la Euroliga, competición en la que el Real Madrid buscará su décimo título continental tras un año accidentado pero en el que tiene la gloria a solo dos pasos.

El billete para la final pasa por un duelo entre los dos clubes más laureados del Viejo Continente. El Real Madrid, nueve títulos a sus espaldas, frente al CSKA de Moscú, con siete. Los rusos son, además, un fijo de las Final Four, pues de las últimas 16 ediciones, ha estado en 15. Sin embargo, a la hora de la verdad, casi siempre le ha faltado algo, y de esas 15 veces, solo en tres logró salir como campeón. También los blancos, desde la llegada de Laso, son un clásico de las finales a cuatro, y han llegado a cinco de las últimas seis, aunque con un solo título.

De lo que no hay duda es de que es uno de los grandes duelos que se pueden ver en el baloncesto actual, y la clave parece que estará en el backcourt de ambos equipos. Por un lado, el niño prodigio, un Luka Doncic que a sus 19 años es ya una estrella y que ante su probable marcha este verano a la NBA querrá despedirse a lo grande, reinando en Europa. El esloveno cuenta ya con el MVP de la temporada pasada, un Sergio Llull que sigue sorprendiendo por cómo se ha recuperado de su durísima lesión. Viéndole jugar, nadie diría que ha estado casi nueve meses de baja por la rotura de una rodilla.

Enfrente, espera uno de los jugadores más talentosos de Europa, el canario Sergio Rodríguez. El Chacho, tras su paso por la NBA, ha vuelto a Europa a lo grande, y ya es uno de los líderes de este CSKA. A su habitual magia, a sus asistencias, suma un gran acierto anotador. Junto a él, el escolta galo Nando De Colo, que sale de una pequeña lesión pero que parece listo para liderar el ataque del CSKA.

"Estamos a dos partidos del título. Tenemos grandes rivales. Estoy tranquilo, concentrado en los partidos, que serán de máximo nivel", declaró Pablo Laso en rueda de prensa. El técnico, que ha llevado al Real Madrid a regresar a la élite europea, solo tiene un pequeño pero en su grandísima trayectoria: la gestión de las Final Four. Tras perder cuatro de las cinco que ha disputado, el reto del técnico vasco no es otro que el de levantar su segunda Euroliga.