Los Toronto Raptors lograron un hito histórico, alcanzando su primera final de la final, tras levantar quince puntos a Milwaukee Bucks (100-94) en el partido decisivo de la Conferencia Este. Golden State Warriors, vigente campeón y gran favorito, les espera en la serie final.

Una vez más la principal explicación de la hazaña de los Raptors tiene el nombre y el apellido de Kawhi Leonard, que volvió a emerger cuando las cosas peor pintaban para la franquicia canadiense. La mejor muestra es que al descanso solo había sumado ocho puntos y acabó el partido con 27. Su actuación es una de las más memorables en la historia de los playoffs de la NBA.

El gran reto para darle la vuelta a una serie que empezó 2-0 en contra era encontrar la manera de parar a Antetokumpo, el gran fenómeno de los Bucks. Para ello se necesitaba de un trabajo coral. Tanto Marc Gasol como Serge Ibaka fueron claves en el equipo de Nick Nurse. Seguramente el pequeño de los Gasol no sea en Toronto el jugador total de Memphis, pero su poso de experiencia y su esfuerzo defensivo le han llevado a uno de los grandes sueños, como es jugar una final NBA. A sus 34 años, tras su traspaso el pasado mes de febrero, alcanza un nuevo hito en su carrera. Lo mismo que Serge Ibaka. Con un menor protagonismo, pero con gran participación defensiva en este sexto partido. En su caso será la segunda final, tras la que perdió con Oklahoma en 2012.

Los Bucks de Milwaukee se quedan a las puertas de un sueño, después de ser el equipo referencia en la temporada regular y aplastar a Detroit y a Boston Celtics en las dos elminatorias precedentes. Siempre quedará el mal sabor de boca de no haber podido disfrutar el duelo de los hermanos Gasol en este playoff, pero la lesión de Pau, que le impedirá estar en el Mundial de China, lo hizo inevitable. El también nacionalizado español Nikola Mirotic no dispuso de ni un solo minuto por decisión técnica.

Los Raptors pasan a la final al colocar un 4-2 en la serie contra los Bucks y gracias de nuevo a la actuación de un descomunal Kawhi Leonard. Todas las cámaras le buscarán a él y a Stephen Curry.  Golden State parte como gran favoirto, pero los de Toronto tienen licencia para soñar.