Rafa Nadal sigue empeñado en demostrar su altura, no sólo como deportista, sino como persona. El manacorense ha dejado una de las imágenes de este US Open, aunque lo ha hecho fuera de las canchas.

La escena era la siguiente. Nadal salió de una de las pistas de entrenamiento y se encontró con un nutrido grupo de aficionados que se agolpaban contra las vallas para pedirle fotos y autógrafos. Entre la multitud, el español escuchó un llanto: era un niño que estaba atrapado por la avalancha.

No se lo pensó: se echó adelante, apartó a la gente que estaba en medio y sacó en volandas al crío, que sofocado intentaba recuperar el aliento. Nadal se quedó con él un rato, acariciándole y charlando con él cariñoso para tranquilizarle. Después de firmarle una gorra y cuando le confirmaron desde la organización que habían encontrado a sus padres y podían llevarle.

Hasta los comentaristas del canal oficial del US Open se asombraron del gesto de Nadal.