La llegada de Vichai Srivaddhanaprabha cambió de forma radical la realidad del modesto Leicester City. El empresario tailandés, dueño de King Power International, compró el club inglés en 2010, gracias a la fortuna amasada con su cadena de tiendas libres de impuestos, que prácticamente momonopoliza las ventas en los aeropuertos de Bangkok, Chiang Mai, Don Mueang o Phuket.

Gran amante del fútbol, vio la oportunidad en Leicester, cuando adquirió su club de fútbol con la ilusión, como él mismo aseguró durante su presentación, de "hacerle jugar en la Premier League". Leicester es, después de Londres, la ciudad con mayor diversidad de culturas en Gran Bretaña, puesto que sólo la mitad de sus cerca de 350.000 habitantes son ingleses, una estructura dibujada por la tremenda inmigración que se dio en los años 70, cuando polacos, ucranianos, pakistaníes o indios salieron del infierno de la guerra y encontraron cobijo a orillas del Río Soar.

La llegada de capital extranjero a clubes ingleses no ha sido por lo general bien vista por sus aficionados, más en un fútbol tan particular y vetusto como el inglés, pero la realidad de Leicester provocó que desde el inicio la relación entre Srivaddhanaprabha y sus aficionados fuese bastante más sencilla. Leicester en sí es una ciudad que ha forjado su identidad desde esa convivencia de muchas culturas, de modo que no hubo un rechazo inicial que sí se ha dado en otros lugares, algo que sumado a la imagen afable del tailandés provocó una buena conexión entre propietario y afición prácticamente desde el principio.

La historia del Leicester City es sin duda uno de los grandes 'cuentos' no sólo del fútbol inglés, sino también de todo el balompié mundial, y no hay duda de que la figura de Vichai Srivaddhanaprabha ha sido absolutamente trascendental para que esto haya sucedido. El equipo tardó tres años en ascender desde segunda división, y de hecho su primer curso en Premier League bajo el mandato del tailandés fue muy duro, hasta el punto de que el descenso, cantado, se evitó en el tramo final de aquella temporada 2014/2015 gracias a una espectacular racha de resultados.

Lo que sucedió después nadie lo imaginaba, edificado además tras un escándalo que sólo podía augurar un mal rendimiento deportivo. Después de la exitosa salvación, Srivaddhanaprabha se llevó al club de gira por Tailandia, con el objetivo de dar a conocer su proyecto en su país natal, pero varios jugadores -entre los que se encontraba James Pearson, hijo del entrenador Nigel Pearson- aparecieron en un vídeo con varias prostitutas tailandesas, lo que provocó el despido del técnico que había llevado a los 'foxes' a la primera categoría del fútbol inglés.

En su lugar y para sorpresa de muchos, Srivaddhanaprabha tomó la decisión de firmar a Claudio Ranieri. A pesar de que las calles de Leicester estén adornadas hoy por numerosos retratos del técnico italiano, su llegada, tras el estrepitoso fracaso de Grecia en la fase de clasificación a la Eurocopa 2016, fue muy criticado por los medios. Sin embargo, nueve meses después el Leicester City protagonizó una de las grandes sorpresas de la historia del fútbol, tras proclamarse campeón de la Premier League.

Como es lógico y desde ese momento, Vichai Srivaddhanaprabha se convirtió en uno de los grandes nombres propios del fútbol mundial, y dejó de ser el magnate al frente de King Power International, para convertirse en el mentor del 'milagro de Leicester'. Famoso por llegar al King Power Stadium en helicóptero y salir de él despegando desde el círculo central, ahora esa estampa tan repetida y que se convirtió en parte del ritual, ha derivado en una inesperada tragedia que tiene en vilo a toda la familia del Leicester City.