La polémica sobre la presencia de la selección en San Mamés divide a los bilbaínos y al PNV

  • Bilbao aspira a ser una de las sedes de la Eurocopa de 2020, que se disputará en varios países europeos.
  • Uno de los requisitos para ser candidata es que la ciudad en cuestión debe acoger dos partidos de la selección de su país
  • Diputación, Ayuntamiento y Gobierno vasco no se ponen de acuerdo en su discurso sobre este asunto.
El nuevo campo de fútbol de San Mamés, iluminado.
El nuevo campo de fútbol de San Mamés, iluminado.
EFE
El nuevo campo de fútbol de San Mamés, iluminado.

"Si Bilbao es una de las sedes de la Eurocopa y España se clasifica, España jugará al menos dos partidos en Bilbao". Así, con esta escueta frase, el secretario general de la UEFA, Gianni Infantino, abrió el 12 de diciembre la caja de los truenos en la capital vizcaína.

Hasta ese día, cuando se supo que la Roja podría jugar en Bilbao, nadie había cuestionado la candidatura de la capital vizcaína a albergar la Eurocopa. Desde entonces, la polémica sobre España sí o no ha dividido a los bilbaínos, a los políticos y hasta al propio PNV, el partido que manda en las instituciones.

Con un flamante campo como el nuevo San Mamés, una afición que venera el fútbol como una religión y un presidente de la Federación, Ángel María Villar, exjugador del Athletic, Bilbao decidió optar a ser una de las sedes de la Eurocopa 2020, la competición que se va a jugar en diversos países en vez de una sede fija.

Sólo quedan dos campos como candidatos españoles: San Mamés y el madrileño de la Peineta, por lo que había fundadas esperanzas de que Bilbao fuera la elegida, en una ciudad donde todavía se recuerda con agrado el Mundial'82 que jugaron Inglaterra, Francia, Checoslovaquia y Kuwait.

Se aspiraba a repetir la jugada, y que ingleses o franceses vinieran a jugar la Eurocopa, pero, sorprendentemente, nadie había caído en que España jugaría dos partidos en Bilbao, o se lo había callado, porque estaba entre los requisitos para ser aspirante.

Cuando el secretario de la UEFA recordó la condición de que jugara España, el debate estalló. Entraba dentro del guión que el PP y el PSE estuvieran a favor de que jugase la Roja y la izquierda abertzale en contra, pero lo sorprendente ha sido la división en el PNV.

Posiciones distintas

El Ayuntamiento, la Diputación y el Gobierno Vasco, tres propietarios de San Mamés junto al Athletic y Kutxabank, los tres gobernados por el PNV, tienen una posición distinta.

El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, está en contra de que España juegue en San Mamés, aunque pueda suponer que Bilbao no sea sede de la Eurocopa.

El alcalde, Iñaki Azkuna, piensa lo contrario: que Bilbao se tiene que vender internacionalmente y que le vendría de perlas la Eurocopa, incluida la presencia española. Con su habitual estilo coloquial, esta semana ha dicho: "van a estar llenos los hoteles, restaurantes, son tres equipos durante dos semanas jugando en Bilbao, ¡hombre, por Dios!". En dinero, se calcula que Bilbao ingresaría 30 millones de euros.

Y el Gobierno Vasco por la tangente: el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha manifestado: "Faltando seis años todavía mi aspiración sería que en esa Eurocopa pudiera jugar la selección de Euskadi. La sede es para que juegue Euskadi", algo complicado porque antes tendría que ser reconocida oficialmente.

La posición del PNV, según fuentes de este partido, es que prefieren que no juegue España por la "confrontación social" que se generaría y porque consideran que la mayoría de la población está favor de la oficialidad de la selección vasca.

Pero también son conscientes de la enorme popularidad del veterano alcalde, al que en el PNV se guardan muy bien de contradecir públicamente.

Así que habrá que esperar a ver si gana La Peineta o gana San Mamés para conocer si España regresa a Bilbao: la selección ha jugado seis partidos en la villa vizcaína, el último, el 31 de mayo de 1967, clasificatorio para la Eurocopa del 68, cuando ganó 2-0 a Turquía. Sólo hace medio siglo.

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