Ronda Rousey y Becky Lynch protagonizaron uno de los combates más salvajes de la WWE: terminaron pegándose muletazos.
Lynch sufre una lesión de rodilla que le impidió emprender la lucha con normalidad, sin embargo eso no le impidió demostrar su valía ante la excampeona de la UFC.
Ambas divas comenzaron a pegarse con las muletas y Rousey compartió en Instagram el resultado. Una tremenda herida en la cabeza y, como dice en el mensaje que acompaña a la foto, la "lección aprendida".
La ex de la UFC acabó el WEE 2019 Chamber Challenge con una conmoción cerebral.
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