Kobe Bryant y Pau Gasol anotaron 29 y 25 puntos, respectivamente, en la victoria de los Lakers ante los Hornets de Nueva Orleans por 107-104, que

otorga a los californianos el título en la División Pacífico y estrecha la lucha por el liderato en el Oeste.

Por los Hornets destacaron

Peja Stojakovic, con 24 puntos -seis triples-, y

Chris Paul, con 15 puntos y 17 asistencias.

Duelo de altos vuelos en el Staples Center entre los dos mejores equipos del Oeste, aunque más allá del enfrentamiento entre ambos, en la mente de todos los aficionados estaba el desafío personal entre Bryant y Paul, firmes candidatos al MVP, el premio al mejor jugador de la temporada.

Los californianos salieron como un tiro y les vino de perlas las dos tempranas faltas de Tyson Chandler, el muro del conjunto de

Byron Scott, recibido con numerosos aplausos en su retorno a Los Ángeles.

Desde el comienzo se pudo apreciar un

cambio radical en el equipo de Phil Jackson. Intensidad. Fuerte defensa. Actitud. Son características que no siempre ha exhibido en las últimas semanas.

Un

gancho de Gasol, dos tiros libres de Odom y un mate en contraataque del español pusieron a los de casa con 13 de ventaja (24-11).

El ala-pívot le hizo un ocho a la defensa de los de Luisiana mientras Chandler estuvo ausente y acabó con 11 tantos el primer cuarto, al que Bryant le puso el broche de oro con dos triples consecutivos. El aviso ya estaba dado (39-20).

Tres triples de

Vujacic, Farmar y Bryant dispararon a los Lakers (49-22). El primer punto de Paul, hasta entonces sólo una sombra de sí mismo, atenazado por la

excelsa defensa de Derek Fisher, llegó en el minuto 17, de tiro libre. Pero el encuentro permanecía encauzado al descanso (65-45), con 15 puntos cada uno para Gasol y Bryant.

Sin embargo, los Hornets son líderes del Oeste por algo. No están ahí de casualidad. Paul tomó la batuta, repartió juego y tanto West como Chandler respondieron. Respuesta: parcial de

8-24 para quedarse a cuatro puntos (73-69).

La ventaja de 27 puntos con la que llegaron a contar los Lakers estaba a punto de esfumarse. Entonces, surgió el Bryant de las grandes ocasiones. Se echó el equipo a las espaldas y puso el Staples Center boca abajo

con un mate sólo al alcance de los elegidos. Era el 92-77.

Poco después llegó la quinta personal de Paul y Scott decidió sentar a su estrella a falta de siete minutos. El relevo lo tomó Stojakovic, mortal desde el perímetro con tres triples casi consecutivos, que dejó a los suyos a tiro de piedra (96-95).

Paul volvió a la cancha, pero un parcial de 8-0, culminado con canasta de Gasol, dio aire y tranquilidad a los Lakers. Bryant selló la victoria desde la personal y los angelinos afrontarán con mucha confianza su próximo reto: los Spurs de San Antonio.