La cuarta jornada de los Juegos Paralímpicos significó un leve parón en la progresión española (ocupan el noveno puesto del medallero), después de sumar únicamente dos metales, ambos de plata, gracias a la joven catalana Sarai Gascón en la final de 100 metros braza SB9 (mínima pérdida de parte de un miembro) y el joven atleta español de origen marroquí, Abderraman Ait Khamouch en los 1.500 metros.

El atleta, que llegó a España en una patera cuando era aún un adolescente, se colgó la medalla en la prueba reina del medio fondo. "Ha sido un tiempo largo, de sacrificio, de luchar. Si quieres la miel tienes que aguantar las picaduras de la abeja. Querer es poder", dijo el atleta al término de la prueba, en referencia al recorrido que ha hecho en estos seis años, desde que llegó de forma ilegal en una patera a España.

En cuanto a la nadadora, que sumó la decimotercera medalla en natación para España, reconocía su emoción por lograrlo. "Estaba muy nerviosa al principio, pero con la plata estoy muy feliz", señaló Gascón.

Mala suerte por la tarde

Otro seis nadadores corrieron peor suerte en las finales vespertinas, ya que ninguno de ellos pudo subir al podio (Javier Crespo, Enrique Floriano, Albert Gleis, Ana García-Arcicollar, Carla Casals y Amaya Alonso), como le sucedió al equipo de relevo del 4x100 estilo SM12, que finalizó quinto.

Dos finalistas más tuvo España en el Estadio Olímpico: David Bravo, que finalizó octavo en salto de longitud, y Abel Ávila, cuarto y último en la final de 800.

La haltera Loida Zabala Ollero acabó séptima en la final de press de banca, Tomás Pérez y Álvaro Valero quedaron apeados de la competición de tenis de mesa y el equipo de Goalball perdió 9-11 contra Eslovenia.