Gerard Piqué alcanzará este miércoles los 100 partidos internacionales con España. El defensa central del FC Barcelona será uno de los once hombres elegidos por Fernando Hierro para disputar desde el inicio el partido contra Irán, segundo para la Selección en su camino en el Mundial de Rusia 2018.

Tras el torneo, Piqué -salvo cambio de idea que no se espera- no volverá a vestir la camiseta de la 'Roja', como ya anunció hace un año y medio. Serán, como mucho, 106 partidos, si España llega a la final. Desde el primero han pasado ya más de nueve años. Debutó de la mano de Vicente del Bosque el 11 de febrero de 2009, en un amistoso contra Inglaterra disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán (2-0, con doblete de Villa).

Con su dorsal, el '3', ya desde el principio, Piqué se adaptó de inmediato al equipo que un año antes había ganado la Eurocopa 2008. Acababa de regresar al FC Barcelona tras su experiencia en el Manchester United (incluido un año de cesión al Real Zaragoza) y era ya fijo en el once de Pep Guardiola, que también acababa de volver al club. Aquella temporada 2008/09, la del primer triplete del Barça, consolidó a Piqué en ambos equipos.

En el Mundial de Sudáfrica 2010, Piqué era ya titular indiscutible como pareja de Carles Puyol en el centro de la defensa, con Sergio Ramos como lateral derecho y Carlos Marchena, titular en la Eurocopa 2008, esta vez en el banquillo. Dos fotografías suyas fueron de las más comentadas del torneo: magullado y sangrando por los golpes recibidos en los dos primeros partidos, ante Suiza y Honduras. El primero incluso le hizo perder la memoria, según reveló.

Esas fotografías son empleadas por sus defensores -tan numerosos como sus detractores- como evidencia del compromiso de Piqué con la Selección. Su postura a favor del derecho a decidir en Cataluña le ha generado un sinfín de críticas, empezando por los silbidos que ha recibido al paso del equipo nacional por muchas ciudades: León, Alicante, Madrid, Murcia, Logroño, Oviedo... Aunque él las atribuye a aficionados madridistas, el asunto tiene un fondo político, por más que él no se haya declarado nunca independentista.

"Si juego por España es porque de verdad siento que debo jugar", dijo en su día; "primero, porque tenemos una selección que es la rehostia y, segundo, porque ahora mismo yo soy español. Entonces, siento que he de estar ahí y ayudar a mis compañeros".

A sus 31 años, puede presumir de pertenecer al selectísimo club de futbolistas que han ganado un Mundial y una Eurocopa, la de 2012. En sus 99 apariciones con España -72 victorias, 13 empates y 14 derrotas- hasta ahora ha logrado 5 goles. Hoy redondeará esa cifra a las órdenes de uno de sus ídolos de juventud, y desde hace una semana también entrenador, Fernando Hierro.