Las declaraciones de Mosley se producen después de que el gobierno británico presentara una queja oficial por los insultos que recibió Lewis Hamilton en las recientes sesiones de entrenamiento realizadas en el circuito de Montmeló.
La FIA advirtió severamente a las autoridades españolas de que la insistencia en los supuestos comportamientos racistas de los aficionados españoles podría suponer la suspensión de los grandes premios de Montmeló y el de Valencia, recién incorporado al calendario.
Detención inmediata
Mosley recordó a los aficionados españoles que pueden ser castigados por estos comportamientos también fuera de su país: "Si van a Australia y se comportan de manera similar, pueden ser arrestados. Podemos hacernos con sus nombres y sus números de pasaporte, de manera que no puedan entrar en otro país", dijo.
Mosley afirmó que pretende "detener" de manera inmediata este hábito: "Parece que es un comportamiento de unos pocos, pero tenemos que hacer lo posible para pararlo cuanto antes", añadió. "Si no así, habrá sanciones y se puede eliminar los grandes premios de la agenda".
Un portavoz de la FIA añadió que el máximo organismo del automovilismo internacional desarrolla en estos momentos una campaña contra el racismo que se pondrá en marcha en el inicio de la temporada, fechado para el próximo 16 de marzo en Australia.
Mosley concluyó mostrando su preocupación por un hipotético crecimiento del racismo en el futuro de la Fórmula 1: "Una de las cosas que más me atraen de los deportes de motor es que nadie te pregunta por tu pasado, raza, sexo o religión. Aquí sólo importa lo rápido que eres".
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