«Mi noche de bodas fue algo espectacular»

Sufrió una dura caída cuando iba rumbo hacia al triunfo en la Vuelta a España 2004, se levantó y peleó, pero al final tuvo que conformarse con el cuarto puesto.

Apenas recuperado, puso rumbo a Atenas para disputar sus primeros Juegos. De nuevo en casa, se casó con su novia de toda la vida y, luego, se separó del  Kelme para recalar en Illes Balears y, así, cumplir su sueño de disputar el Tour de Francia. Un año de lo más ajetreado.

¿De qué modo prepara la temporada?

Estamos trabajando todo el equipo en Palma de Mallorca, y algún día no hemos podido salir a rodar por culpa del frío y la nieve.

¿No le gusta la nieve?

Me encanta, pero para verla por la televisión. En vivo es un incordio que no permite salir del hotel y te impide hacer tu trabajo.

¿Año de nieves, año de bienes?

Ojalá se cumpla el refrán y 2005 sea un año lleno de triunfos y pueda cumplir algunos de mis sueños.

¿Le preocupa la sequía en Murcia?

Como buen murciano, me gustaría que el agua llegase a mi región de manera regular y continuada, y si hace falta recurrir a los trasvases, pues habrá que hacerlo.

¿Ha asimilado los cambios que ha sufrido su vida últimamente?

El último tramo de 2004 ha sido vertiginoso para mí, tanto en lo deportivo como en lo humano. Pero lo que más he notado ha sido pasar de vivir con mis padres a independizarme y fundar una familia.

¿Cómo fue la boda?, ¿a cuánta gente invitó?

Fue un día absolutamente ideal, tanto para mí como para mi familia, la de mi mujer y nuestros casi 200 invitados. Me gustó sobre todo el detalle de llegar a la iglesia en una limusina conducida por Óscar Sevilla.

¿Fue una reunión de ciclistas?

Bien visto, sí. Me acompañó la crème de la crème del ciclismo nacional.

¿Le hicieron alguna trastada?

Me cubrieron la casa de rollos de papel higiénico y llenaron de huevos la piscina.

¿Y cómo fue la noche de bodas?

Exactamente como yo lo había pensado siempre, algo francamente espectacular.

¿Cómo coronar cinco veces al Tourmalet?

Casi lo consigo, pero al final me quede por debajo de esta cifra mítica. Creo que me rendí entre el cuarto y el quinto intento, aunque no estoy seguro porque perdí la cuenta.

¿Fue muy duro volver de la luna de miel?

En absoluto, los dos teníamos ya muchas ganas de volver a casa. Estuvimos en Orlando y luego en el Caribe, pero al final se nos hizo un poco pesado y empezamos a añorar España.

¿El casado casa quiere?

En mi caso, sí, porque pocas cosas hay como estar en casa compartiendo las horas muertas con la persona a la que se ama.

¿Le ha hecho alguna gran promesa?

Sí, le he prometido que siempre le seré fiel.

¿Le tiran los guisos de cuchara?

Mucho y también los dulces, pero estoy casi obligado a olvidarme completamente de ellos.

¿Cómo tiene montada la temporada?

En principio, está muy cargada, con muchas pruebas clásicas, pero los dos platos fuertes estarán en los Mundiales de Madrid y, por supuesto, en el Tour de Francia. Al final no creo que dispute la Vuelta a España.

¿Qué espera del Tour?

Acudiré a mi primer Tour con 25 años. Iré a aprender y, sobre todo, a ayudar a Paco Mancebo. Pero si se presenta alguna buena ocasión, no pienso desaprovecharla.

¿Es muy diferente el Kelme del Illes Balears?

Son dos modos completamente distintos de ver el ciclismo. El Kelme es un equipo familiar y el Illes Balears, más serio y profesional.

BIO.  Nació en Las Llumbreras (Murcia) el 25 de abril de 1980. En 2004 ganó el GP de Primavera y las Vueltas a Murcia, Burgos y Valencia. En 2003, año en que ganó varias etapas en la Vuelta, fue plata, con 23 años, en la prueba en línea de los Mundiales de Hamilton (Canadá). Sólo le superó, para proclamarse campeón del Mundo, su compañero de selección Igor Astarloa.

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