Andrés Iniesta estuvo arropado por su gente más querida. Su familia, sus amigos, y buena parte de la plantilla blaugrana acompañaron al capitán culé en la rueda de prensa más difícil de su vida. Pero no estuvieron todos.

En una sala de prensa de la Ciudad Deportiva blaugrana repleta, había dos ausencias más que notables: Leo Messi y Luis Suárez. Pese a ser dos de los puntales del equipo (el argentino es uno de los capitanes de la plantilla), no estuvieron en uno de los momentos más duros de la carrera de Iniesta como blaugrana. Todo el cuerpo técnico, preparadores físicos, utileros, entrenadores de porteros, fisioterapéutas, toda la primera plantilla, algunos canteranos y periodistas de medios de todo el mundo no cubrieron el hueco que dejaron dos de las máximas estrellas blaugranas.

El Barcelona salió al paso con una escueta respuesta a los periodistas que preguntaron. Ambos tenían previsto un compromiso personal, "un acto privado" que no pudieron modificar ni retrasar de ninguna manera. Desde el club restaron importancia a que ni Messi ni Suárez estuvieran en la delegación que encabezó Gerard Piqué, y en la que incluso estaba Sergi Samper, que está en Barcelona recuperándose de la grave lesión que le hizo regresar de su cesión en Las Palmas. En el caso del argentino, posteriormente se filtró que tenía cita para renovar el pasaporte junto a su mujer y no podía cambiar la fecha.

Los dos atacantes culés sí estarán, o al menos así lo han asegurado desde el Barcelona, en la despedida institucional que se celebrará en los próximos días.