McLaren ha completado la reestructuración técnica con la que pretende dar un empujón a sus resultados a partir de la próxima temporada de Fórmula 1, con el fichaje de Andreas Seidl.

Este ingeniero alemán de 43 años no es un desconocido en el paddock del Gran Circo, ya que formó parte de BMW Sauber hasta que, en 2010, se fue a Mercedes en el DTM. Desde ahí, dio el salto al Mundial de Resistencia como máximo responsable del equipo Porsche, con quien logró el título y conquistó las 24 horas de Le Mans. Bajo las órdenes de Seidl, la marca de Stuttgart consiguió acabar con el reinado de Audi y superó a los pujantes Toyota. En 2017, cuando Porsche dejó el WEC, le colocaron como cabeza del proyecto de la Fórmula E, si bien la llamada de McLaren le hizo dejarlo sin pensárselo.

El cargo de Seidl será el de director general del equipo de Fórmula 1, cargo que ahora se separa del de Gil de Ferran, que ahora será jefe de operaciones deportivas de McLaren. El objetivo es que el ex piloto de la Indy sea el encargado de expandir los proyectos deportivos de la escuadra de Woking fuera de la F1, como la propia IndyCar o el WEC en un futuro no muy lejano.

Seidl será, por tanto, el máximo responsable del devenir de la escudería de Fórmula 1, y de manera práctica ocupará el puesto que tenía Eric Boullier hasta su dimisión en julio de 2018, pero tendrá más tareas. A sus órdenes estarán James Key, máximo responsable del departamento de diseño, Simon Roberts, jefe de proudcción, y Paul James, jefe de operacioens en pista. Ellos reportarán a Seidl que, a su vez, tendrá que responder ante Zak Brown, el CEO de McLaren.

"McLaren tiene la visión, el liderazgo, la experiencia y, lo más importante, la gente para volver arriba. Esa será mi tarea en la que me centraré por completo. Estoy deseando unirme al equipo y trabajar con mis colegas en Mclaren, con nuestros socios de Renault y, por supuesto, con Carlos Sainz y Lando Norris", señala Seidl, que tuvo a sus órdenes a hombres como Mark Webber en Porsche.