Maria José Rienda, de la nieve a los despachos

María José Rienda, durante el acto de entrega de los Premios Nacionales del Deporte 2014 junto a Gonzalo Marín, padre de la jugadora de bádminton Carolina Marín.
María José Rienda, durante el acto de entrega de los Premios Nacionales del Deporte 2014 junto a Gonzalo Marín, padre de la jugadora de bádminton Carolina Marín.
Junta de Andalucía
María José Rienda, durante el acto de entrega de los Premios Nacionales del Deporte 2014 junto a Gonzalo Marín, padre de la jugadora de bádminton Carolina Marín.

María José Rienda (Granada, 1975) es el perfecto ejemplo de pionera en su deporte que ha llevado la bandera de la mujer del deporte español, y ahora será la primera fémina que asume el cargo de Secretaria de Estado para el Deporte. De carácter calmado pero firme, ya demostró en su etapa como deportista que es capaz de asumir retos imposibles y superar dificultades como lesiones que, para otras, habrían supuesto la retirada.

Nacida a las faldas de Sierra Nevada, esquiar se convirtió en una obligación para ella. Es literal: su padre trabajaba en la estación de esquí y ella tenía que ir al coleción de allí. Por eso, tanto ella como sus hermanos Daniel y Raquel muy pronto supieron lo que era deslizarse sobre el suelo blanco.

Participó en cinco Juegos Olímpicos (Lillehammer 94, Nagano 92, Salt Lake City 2002, Turín 2006 y Vancouver 2010), fue en los terceros cuando logró su mejor resultado, con un sexto puesto que le dio un diploma olímpico en el gigante y la sensación de que había rozado el oro.

En la primera década de este siglo explotó deportivamente. Veinte años después de Blanca Fernández-Ochoa, una española ganaba una prueba en la Copa del Mundo. Fue en Are (Suecia), para iniciar una temporada en la que acabó tercera en la general. En la siguiente, la 2005-2006, fue su momento de gloria: cuatro victorias en el Slalom Gigante de la Copa del Mundo, que le dio un brillante subcampeonato mundial.

Su participación en siete Mundiales, con once podios y seis victorias totales en la Copa del Mundo (dos más que Fernández-Ochoa), la convirtieron en una leyenda. No sólo por los propios éxitos deportivos, sino por hacerlo en medio de dos gravísimas lesiones en apenas dos años: primero en 2006 padeció la temida 'tríada' en la rodilla derecha (rotura de ligamento lateral interno, menisco y cruzado anterior), justo después de ser abanderada en la clausura de Turín, y luego la rotura del cruzado de la rodilla izquierda, en 2008. Ahí comenzó su declive deportivo. Nunca llegó a recuperarse del todo, y en 2011 anunció su retirada entre lágrimas, porque sabía que podía haber aguantado un poco más.

Su carrera política comenzó en 2015. Susana Díaz la fichó para ser directora general de Deportes en la Junta de Andalucía, donde ha trabajado codo con codo con 62 federaciones deportivas. Será un buen entrenamiento para los próximos retos que va a asumir como Secretaria de Estado para el Deporte, primera mujer que asume el cargo, ya que uno de sus primeros y más importantes retos será el de la reforma de la Ley del Deporte que comenzó su predecesor en el cargo, José Ramón Lete.

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