Concluyó el Tour de Francia 2014. Una edición marcada por el abandono temprano de dos de los grandes aspirantes, el británico Chris Froome y el español Alberto Contador; pero sobre todo y también por el dominio arrollador ejercido por el italiano Vincenzo Nibali. El ciclista del Astaná, el más fuerte en la montaña, también el hombre de entre todos los grandes favoritos con más días de competición previos (y peores resultados, para queja pública de un Alexander Vinokourov que ahora sonríe mucho), comenzó a avisar con su temprana victoria en la segunda etapa, en Sheffield. Pero también con su solvente actuación sobre el empedrado temido  de la quinta etapa.

"La última etapa, la del teórico homenaje, concluyó con victoria al sprint para el alemán Marcel Kittel, primer líder de esta edición y cuarto éxito para el germano en la ronda gala 2014. Alemania ha pescado nada menos que siete etapas en este Tour y Kittel, que ya se impuso en los Campos Elíseos el año pasado, repite en una de las metas más icónicas del mundillo ciclista. El tránsito final por las calles de París deparó un intento de fuga del australiano Richie Porte (Sky) y, sobre todo, una caída de Jean Christophe Peraud, segundo en la general, que por unos momentos alimentó el debate de una última etapa como campo de batalla o como desfile a los llegadores.

"Este es el momento más importante y bonito de toda la carrera. Nunca imaginé tener una alegría como esta", aseguró, visiblemente emocionado, el ciclista del Astaná, que leyó un texto desde lo alto del podio al público que abarrotaba la avenida parisiense “He construido este triunfo escalón a escalón. Desde que decidí que ganar el Tour sería el objetivo central de toda mi temporada", agregó el Tiburón de Messina, de 29 años y agradecido con la aportación de la Vuelta a España en su carrera: desde su triunfo en su general, su crecimiento ha sido constante.

Nibali, el séptimo italiano que se impone en la general final del Tour de Francia, estuvo acompañado en el podio por los franceses Peraud (AG2R) y Thibaut Pinot (FDJ), un verano y un joven que refuerzan el estado de ánimo del ciclismo galo de cara a futuros asaltos a una carrera, la suya, en la que no ganan desde hace tres décadas (aniversario que se celebrará en la próxima edición). El español Alejandro Valverde, que afrontaba su séptima participación, logró con su cuarta plaza final su mejor clasificación en la general, aunque este resultado llega después de varias jornadas asentado en la segunda plaza provisional, un cajón del podio que perdió en los Pirineos y no pudo recuperar en la crono del penúltimo día.

Valverde valoró su Tour y consideró que acabar cuarto no debe ser tildado de fracaso: “El deporte es así, a veces se gana y otras se pierde. Hemos luchado hasta el último día por el podio, eso quiere decir que hemos estado superbien y que hemos hecho lo que hemos podido. No todo lo que uno prepara se gana. Lo que es cierto es que no se ha ganado, pero se la luchado hasta el final por el podio. No ha sido un fracaso", comentó nada más cruzar la meta de los Campos Elíseos. "No se ha cumplido el objetivo", valoraba por su parte Eusebio Unzué.

El ciclista murciano, eso sí, se mostró muy dolido por las críticas recibidas tras la contrarreloj del sábado, cuando no pudo contrarrestar la desventaja que tenía con los franceses Jean-Christophe Péraud y Thibaut Pinot. "Estoy por decirle a Eusebio (Unzúe) que el año que viene me traiga de mecánico. Que critique el aficionado vale, pero hay periodistas que no sé para qué tienen la carrera. Hacer cuarto en el Tour y estar con la presión y luchando por el podio no es nada fácil. Dicen que no valgo para las grandes vueltas, pero creo que no ha estado mal", agregó.

"Creo que Vincenzo Nibali hubiera ganado este Tour sin las caídas de Chris Froome y Alberto Contador", afirma el director de la carrera, Christian Prudhomme, que sin embargo espera ver el año próximo a estos tres campeones más el colombiano Nairo Quintana. "Nibali ya tenía mucha ventaja cuando se produjo la caída de Contador. Ha construido su victoria de forma metódica, con mucha inteligencia", asegura el director de la carrera.

Prudhomme recuerda que durante la Vuelta del año pasado, a su paso por el puerto de Peyragudes, Nibali fue a verle para decirle que al año siguiente ganaría el Tour. "Estaba ya obsesionado con esta carrera. La ha dominado con constancia, sin aplastar a sus rivales. Ha estado delante en todos los terrenos. En la memoria quedará su demostración en los'pavés'", indica. El director del Tour está "encantado" de la forma en la que se ha desarrollado la carrera, aunque no oculta que le hubiera gustado que los mejores estuvieran hasta el final: "Estoy deseando que llegue el año próximo, con Froome, Contador, Quintana y Nibali".