Pese a que los presidentes del Sevilla y del Betis intentan que la paz perdure tras la eliminatoria copera (en el vídeo que hay sobre estas líneas puedes ver las últimas declaraciones), la trifulca verbal entre los entrenadores Juande Ramos y Luis Fernández ha vuelto a encender la mecha.

Pero el asunto va a más. Según la versión de miembros de la expedición del Sevilla, que recoge la agencia Efe, hay una agresión de Luis Fernández a José María Cruz, director general del Sevilla. Aunque su intención era agredir al delegado Cristobal Soria.

No se ha desmentido este incidente, según el cual Fernández se encaró antes del partido en la puerta de la caseta del árbitro con Cristóbal Soria, al que insultó, trató de golpear y lanzó un chupa-chups que Soria esquivó pero que impactó en la cabeza de Cruz.

El consejo a Juande, visto por las cámaras

Ya reanudado el partido, las cámaras de diversas cadenas de televisión captaron cómo el técnico hispano-francés se dirigía en términos ofensivos a su homólogo sevillista, Juande Ramos, y al delantero brasileño del rival, Luis Fabiano Clemente.

"A ver si te va a caer otra botella", le espetó en el minuto cinco del encuentro a Ramos, en referencia al botellazo que recibió el entrenador del Sevilla el 28 de febrero, suceso que motivó la suspensión del derbi.

Fernández también le recordó a Luis Fabiano la pelea que protagonizó en enero con el defensa uruguayo del Zaragoza Carlos Diogo: "Diogo sí que te dio bien", le gritó.

León: "A partir de ahora, líneas paralelas"

El presidente del Betis aseguró, antes ya de conocer los últimos detalles, que "a partir de ahora, se trazarán dos líneas paralelas" entre los dos clubes sevillanos.

"Cuantos menos roces haya, mejor", dijo León, quien relató que en el palco del Coliseum Alfonso Pérez de Getafe "hubo bromas y felicitaciones" entre los dirigentes sevillistas y béticos.

Le pueden caer 3 años al autor del botellazo

El juzgado de instrucción 12 de Sevilla ha abierto diligencias previas por el botellazo y lo ha hecho por un presunto delito, con una pena aparejada de entre seis meses y tres años de cárcel, y no por una falta.