“Jugar bien es una demagogia para los que no tienen ni idea”. Sólo con escuchar unos segundos la concepción que tiene Rafa Benítez , entrenador del Liverpool, del fútbol podemos intuir de qué van los reds. El balompié que este madrileño, de 47 años, pergeña en su cerebro no entiende de nombres ni estrellas en su 4-4-2.

El fútbol es para Benítez un juego de hombres basado en la colectividad y en el que el lucimiento personal pasa a un segundo plano.

Al ex técnico del Valencia le gusta tenerlo todo controlado al milímetro y es en su laboratorio de la Ciudad Deportiva de Melwood donde, entre cientos de vídeos, estadísticas y complejos programas informáticos, diseña a su equipo ideal para un determinado partido.

La final de la Champions hace tiempo que ha pasado por su laboratorio.

PORTERÍA

Pepe Reina se ha convertido en dos temporadas en un jugador muy importante para el Liverpool, haciendo olvidar Dudek, el héroe de la final de 2005 en Estambul, también ante el Milan. Reina ha demostrado que es un verdadero especialista desde el punto de penalti. Gracias a su acierto desde los 11 metros, el Liverpool eliminó al Chelsea en las semifinales de la Champions y en 2006 conquistó la Copa Inglesa ante el West Ham.

DEFENSA

Benítez plantea una zaga en línea bien coordinada en sus movimientos y que achica a la perfección los espacios. Aunque puede sufrir alguna variación los cuatro habituales son Riise, Agger, Carragher y Finnan.

Carragher es el jefe de la defensa y el auténtico ídolo de la afición de los reds, incluso por encima de Gerrard. Junto a él, el danés Agger, un joven talento de 21 años que va bien por arriba y es un poco lento de movimientos. Por la izquierda, el noruego Riise aporta fuerza y la mejor zurda del equipo. Tiene un gran disparo desde larga distancia.

Finnan, por su parte, es un lateral derecho bastante experimentado que ha ido perdiendo protagonismo con la llegada de Arbeloa.

CENTRO DEL CAMPO

El centro del campo tiene un nombre propio: el de Steven Gerrard. Formado en la cantera del Livepool, el internacional inglés es el líder del equipo y un verdadero todoterreno. Gerrard se adapta a cualquier posición de la parcela ancha, tiene una gran llegada a la zona de peligro y un potente disparo.

Su media naranja en la medular suele ser Xabi Alonso, que complementa el trabajo del inglés en la distribución del juego. El medio vasco destaca por su exquisito toque de balón.

La alternativa a Alonso es Mascherano, que ya fue titular en semifinales ante el Chelsea. Con el argentino, el Liverpool gana en fuerza. En las bandas, Zenden y Pennant se fajan bien con los laterales y aportan mucho trabajo, pero carecen de profundidad y del habilidad en el uno contra uno.

DELANTERA

Quizá sea el punto más débil del Liverpool. Ninguno de sus delanteros destaca por ser un goleador del nivel de los Kaká, Drogba o Eto’o.

El galés Bellamy y el holandés Kuyt son los habituales de Benítez. Dos arietes incómodos para la defensa rival que luchan hasta la extenuación, pero algo fallones en la definición.

Crouch, de casi dos metros de altura, siempre resulta un incordio por su envergadura y se maneja bien con los pies. Sin embargo, y pese a que lleva seis goles en la competición, el espigado inglés no es precisamente Romario.