Lance Armstrong tiene que estar eternamente agradecido a quien le aconsejó invertir en Uber. Cuando la compañía de alquiler de vehículos con conductor comenzaba su andadura empresarial, el ex ciclista compró acciones por valor de 100.000 dólares, lo que con los años se ha multipliado.

La culpa la tiene Chris Sacca, uno de los inversores con más tino del mundo de la bolsa estadounidense. Gracias a él, que en aquel momento estaba vinculado a google y twitter, Armstrong recuperó casi todo el dinero que se gastó en las demandas que le costó la confirmación de su dopaje y posterior retirada de sus siete Tours.

"Conocí a Chris Sacca cuando estaba con Google o Twitter. Me dijo que estaba buscando inversores y que si estaba interesado en poner dinero en un proyecto interesante. Yo sabía que era un tipo inteligente y con buenos contactos. ¿Por qué no? Ni sabía que se trataba de Uber. Pensaba que era para comprar acciones de Twitter, pero la mayor inversión fue para un fondo minúsculo, Uber. Le di 100.000 dólares. Ahora vale mucho más, demasiado bueno para ser cierto. Eso salvó a nuestra familia", confesó Armstrong en una entrevista a la NBC.

Las ganancias de esos 100.000 dólares se han multiplicado. Armstrong, que tuvo que pagar a un auténtico ejército de abogados y asesores, pudo llegar a ganar entre 10 y 50 millones de dólares de beneficio, ya que la inversión la realizó en 2009, mucho antes de que Uber se convirtiera en una empresa líder del transporte de viajeros.