Los templos olímpicos de Londres y Pekín, parecidos pero diferentes

Las torres de Londres 2012 y Pekín 2008.
Las torres de Londres 2012 y Pekín 2008.
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Las torres de Londres 2012 y Pekín 2008.

Cuando se habla de dinero, la mentira siempre anda cerca. En los Juegos Olímpicos sucede lo mismo. No hay quien se aclare a la hora de echar cuentas y el baile es total si se trata de comparar la inversión en los Juegos de Londres 2012 y los de Pekín 2008.

Una cosa es evidente, y se encargan de pregonarlo desde La City, igual que hace cuatro años en Pekín: ni uno ni otros serán las ruinas de Montreal 1976 o Atenas 2004. En la capital británica admiten la factura olímpica final de 11.500 millones de euros, el doble de lo presupuestado cuando la ciudad fue elegida organizadora en 2005.

Esperan rentabilizarlo con el factor turista y el 'reciclaje' de las instalaciones. Además, añaden desde la organización, "con el parque olímpico hemos conseguido revitalizar una zona entera de Londres que antes estaba algo más que demacrada". Tales afirmaciones precisan de una confirmación a muchos años vista.

En Pekín, el Nido agoniza sin remedio, triste y añorando aquellas tres semanas increíbles. Si en Londres dan números a regañadientes, desde la capital china directamente no hay respuesta a la pregunta. Se dice que su inversión triplicó la de Londres.

El Cubo de Pekín (izq.), frente al Centro acuático de Londres

Las comparaciones salen solas, en cuanto a inversión e instalaciones. Por ejemplo, sus estadios olímpicos, los templos. Los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron se ganaron el sueldo con el 'Nido de Pájaro' de Pekín, una obra de arte irrepetible que salió por casi 355 millones de euros, millón más millón menos. Fueron 110.000 toneladas de acero, la mayor estructura de este material nunca construida. Gente como Bolt supo darle lustre.

La segunda joya china fue el 'Cubo de Agua', piscina de recreo de Michael Phelps. En este caso, el responsable fue la firma australiana PTW. Su fachada, cojines que reflejaban miles de colores (explicándolo llanamente), se llevó decenas de premios arquitectónicos. Costó 143 millones de dólares.

El estadio olímpico de Londres es más pequeño, 'solo' para 80.000 personas y con el sello de la empresa estadounidense Populous. ¿Lo más reconocible? Sin duda su techo colgante circular, sostenido por cables de acero. ¿Lo más polémico? Los 637 millones que dicen ha costado y aseguran no servirá para integrarlo en la comunidad.

A la izquierda, el Estadio Olímpico de Londres. A la derecha, el Nido de Pekín

Como gran actor secundario, el hermano del Cubo pekinés, el centro acuático londinense de la prestigiosa arquitecta iraquí Zaha Hadid y, especialmente, otro pabellón con forma acolchada, el centro de baloncesto.

Más vale una imagen que mil palabras. Busquen, comparen...

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