«Estoy convencida de que superaré los 35 récords de Sergei Bubka. No es algo ni mucho menos imposible». Los vaticinios de Yelena Isinbayeva (Volgogrado, 3 de junio de 1982) en 2007, tras fijar en Ucrania el récord del mundo de salto con pértiga en pista cubierta en 4,93 metros, están más cercanos.

Y todo porque la zarina, incontestable dominadora de la pértiga femenina, logró el récord mundial número 21 de su carrera al superar el sábado en dos centímetros los 4,93 del año pasado. El nuevo registro: 4,95 m. Y otra vez en el Máster de Pértiga de Donetsk (Ucrania), una reunión donde ya ha establecido cinco marcas mundiales en pista cubierta.

Campeona olímpica en Atenas, y campeona mundial, la tierra se le queda pequeña a esta atleta de orígenes humildes y formada en la gimnasia hasta que, con 15 años, llegó al atletismo. «La gimnasia le dio rigor en el trabajo y saber controlar su centro de gravedad en el aire», explicaba el entrenador ruso Eugeni Bondarenko.

Cuando llegó a la pértiga, con 17, no sabía ni quien era Bubka. Ahora, viviendo en Montecarlo, es dirigida por el que fuera su entrenador, Vitaly Petrov.