Con Cristiano Ronaldo con todos los galones y más para lanzar faltas, el resto de lanzadores del Real Madrid lo tienen complicado para acercarse al balón cuando el árbitro señala una infracción cerca del área. Y los hay fantásticos: Bale, Kroos, Marco Asensio… hasta Sergio Ramos se atreve de vez en cuando. Isco Alarcón sólo había tenido ocasión de lanzar seis faltas desde su llegada al Real Madrid, en verano de 2013. Poco más de un intento por año. Al séptimo, hizo diana. Sin embargo, no lo celebró. Tenía sus motivos.

El libre directo de Isco abrió la victoria (1-2) del Real Madrid en La Rosaleda, su antiguo estadio. Él recibió la falta y él había de tirarla. Tras ver cómo la rosca superaba la barrera y a Roberto de camino a la red, Isco levantó los brazos para escenificar sus disculpas. El tanto deja al Málaga a las puertas de un descenso más que consabido, que no dependía en absoluto del tanto de su exjugador.

"A veces él necesita también hacer goles", dijo tras el partido Zinedine Zidane.  "Siempre ha sido importante, el problema es que cada uno [de los periodistas] opina pero ha tenido muchos más minutos que el año pasado"; "no sé si a veces se puede pensar que tengo otra cosa en la cabeza, pero para mí es importante", quiso aclarar.

Isco fue uno de los titulares ante la Juventus que no descansó en el siguiente partido de Liga. Lo hicieron Marcelo, Kroos, Modric y Cristiano Ronaldo, a los que el técnico está cuidando especialmente en este final de temporada, en la que el equipo tiene los cinco sentidos puestos en la Champions League y en el Bayern. Isco jugó 71 minutos, hasta que fue sustituido por Mayoral, y sus chispazos fueron de lo más destacado en una noche con aire de torneo veraniego, con fútbol lento y pocas ocasiones de gol.

En el 62, Isco apareció en el área para recibir de Benzema, que jugueteó con el balón en la frontal y le dejó frente a Roberto. Isco prefirió tocar para Casemiro, que llegaba solo para empujarla. Un toque sencillo con la derecha para el 0-2 del brasileño. Poco después, Isco abandonó el campo entre palmas: las de la afición malagueña y las suyas, para devolverles el cariño.

“Isco siempre fue importante en el Madrid. Sabemos el cariño que le tienen en Málaga porque hizo historia aquí y la está haciendo en el Madrid”, dijo el propio Casemiro nada más acabar el partido, en Movistar+. “Esperemos disfrutar de su magia durante mucho más tiempo”.